martes, julio 31, 2007

Voy a ser una mamá preocupona...

Tengo una compañera de la Universidad de Costa Rica en mi casa, María Luisa. Estuvo por aquí varios días, se fue a Sevilla y Granada y volvió ayer por la noche. Hoy en la mañana vino a despertarme con carita de “ya me muero”, fuimos a dar a Urgencias con su migraña, escalofríos y temblores a pesar de los 32 grados al sol, dolor de cuello y garganta hasta para respirar, mareo, dolor de oído, dificultad para moverse… le diagnosticaron una amigdalitis aguda bacteriana. Antibióticos, reposo, hidratación. Puré de patatas casi líquido que apenas probó, gelatina en la nevera esperando mejor suerte.

Me sorprendí a mí misma con mi reacción porque soy una pendeja para las enfermedades. Le ayudé a resolver todo, hablé por ella en el centro de salud y en el Hospital, hablé con su mamá en Costa Rica, le cancelé su billete a París esta tarde (absolutamente imposible que viajara, el cuadro le durará entre 4 y 6 días y hasta mañana al menos no se va a sentir ni un poquito mejor), me cercioré de que se tragara los antibióticos y se acostara un rato.

Pero por otro lado me preocupo demasiado, ahora soy yo la que tiene dolor de cabeza y mientras estuvimos en el hospital, la angustia de verla tan mal me anudó la garganta varias veces. No sé qué hacer porque el viernes me voy a Costa Rica y se queda sola, su regreso es hasta el 9 de agosto. Me preocupa, no lo puedo evitar. Me autodenomino la mamá protectora de cuántos caen en mis manos…en el caso de esta amiga es normal porque está sola a muchas millas de su casa y soy la única conocida que tiene, si yo estuviera sola en un país de 40 millones de personas agradecería mucho que me cuidara alguien.

Justamente hablando con Lulú hace unos días de otro tema, me dijo que soy “demasiado empática. Jamás pensé que se pudiera ser “demasiado…” pero veo que acertó, lo soy.

De ahí que pienso que voy a ser una mamá horrible, de esas que se enferman cuando sus hijos están mal, que logran atenuar los males pero luego caen ellas en cama… o peor, que se paralizan cuando hay que reaccionar. Tengo un miedo especial a las enfermedades, a cualquiera. Evito ir al doctor a menos de que sea gravísimo. Espero que Fernando tenga menos líos que yo en el tema de salud… o mis hipotéticos hijos la llevan clara.

Me gusta preocuparme sinceramente por la gente, siento que es una cualidad valiosa, pero a veces se me va la mano :-( Debo escribir cien veces “preocuparse por los demás no es padecer”.

Y ya está, me voy a tomarme una gelocatil o una aspirina.

ps. No puedo quejarme de la atención, en todas partes fueron amabilísimos y nos ayudaron mucho... a pesar de que Lulú, por ser turista, no tiene tarjeta de salud de aquí. Inicialmente nos dijeron que nos darían una "factura" por el importe de la consulta pero no nos dieron ni eso, incluso le hicieron un descuento del 50% en las medicinas. Estoy maravillada. Y la ilustración es de A. Boyana.

lunes, julio 30, 2007

Contame tu fetiche ;-)

Cada quien tiene sus fetiches. Hay quien pagaría 600 dólares por un libro autografiado de Harry Potter (como acabo de ver en ebay), otros que corren a las tiendas a comprar la Barbie edición limitada y la mantienen en la caja, impoluta, hasta que pasan muchos años y se multiplica por veinte su precio inicial y claro, del otro lado, hay un/a amante de estas bichas dispuesto/a a gastarse sus ahorros.

Un primo de los primos de Fernando tiene en su casa una habitación repleta de juguetillos: figuras, muñecos, tarjetas, juegos… todo expuesto pero nada es realmente para jugar, se trata simplemente de su fetiche de hombre casado y con dos hijos (que por cierto deben sufrir porque no los dejan tocar nadita). El mundo de la fantasía y la ciencia ficción le obsesiona y fascina a un punto extremo. Calculo que con lo que él se ha gastado en muñecos, yo podría comprarme un coche. Exagero, seguramente, pero es impresionante.

Yo jamás he sido de gastarme pequeñas ni grandes fortunas en objetos de valor simbólico. Lo más cerca que llego es a tener colecciones una de tarjetas postales y la de mis pendientes/aretes, pero creo que el par de aretes más caro de los que tengo (que no haya sido un regalo) me habrá costado 10 euros ó 15. Y las tarjetas ni se diga, una “muy cara” puede costarme 1 euro.

Por otra parte, me llama la atención el valor que le damos a las cosas. Una firma puede valer miles, un objeto viejo pero cuidado de repente deja su estatus de “basura” y la tendencia es a volver a lo pasado. Para muestra, los discos de vinilo. Me encanta el sonido sucio de la aguja encima del disco, pero me niego a pagar 200 euros por un tocadiscos de estos, si hace menos de diez años seguro que tiramos uno a la basura porque ya nadie atendía desperfectos técnicos de "esos aparatos pasados de moda".

Me pregunto si es una cosa de personalidad… o de dinero. Es decir, si yo tuviera mucha mucha mucha pasta… ¿sería capaz de pagar bestialidades por cosas que me gustan? Y sobre todo ¿cuál sería mi fetiche?


ps. tengo que sacarle una foto a MIS aretes, mañana lo hago.

domingo, julio 29, 2007

Home Alone

Los primos de Fernan se lo llevaron hace unas horas de despedida de soltero. Yo, me quedé en casa, mi fiesta será en Costa Rica la semana antes de la boda.

He comido muchas porquerías, vi “Natural Born Killers”, que nunca la había visto. Me perturbó muchísimo, me parece excesivo todo aunque el planteamiento que yo interpreto es interesante, pero es como demasiado, demasiado viaje alucinógeno, demasiado violento el montaje... en fin. Me gustó mucho la actuación de Juliette Lewis y de Woody Harrelson, eso sí y me di cuenta de que mi tonada del móvil/celular aparece en la película...

En todo caso… para borrar el mal cuerpo que me dejó la película, me puse muy tópica… pijama, limonada sin azúcar, mi cama, las almohadas y mi seriecilla favorita. Esas cuatro newyorkinas siempre me entretienen.

Y ahora, frente al tele, me doy cuenta de que no había pasado sola en casa una noche de sábado desde hace –al menos- dos años. Es extraño estar sin Fernan fuera de lo rutinario, como que me falta un pedacito. Los dos meses que estuve en Costa Rica sin él salía con mis amigas, o estaba con mis papás. Antes de eso vivía en Coruña y siempre estaba al menos una de mis dos compañeras de piso en casa, o mi amiga gallega de entonces. Y antes de eso los sábados estaba dando función o en ensayo o viendo tele por decisión propia en el sofá de mi casa.

Me gusta la soledad, pero como que pierdo la costumbre fuera de los horarios definidos.

La parte buena es que lo echo de menos… y me hace mucha gracia extrañarlo, es como si no viviéramos juntos y fuera a ver a mi novio más tarde. Wiiiii.

Ilustración: Denisilla en versión Los Simpsons, avatar hecho en la página de la peli después de que me antojé de la idea de Claudia.

viernes, julio 27, 2007

El curioso incidente del perro a medianoche, Mark Haddon


Lo que digo yo
De una forma muy sutil, Mark Haddon logra meternos en la mente de Christopher, un chico de 15 años muy peculiar. A partir de la visión que él tiene del mundo, de los demás, de las relaciones humanas, me sentí identificada a ratos, a ratos asustada e inquieta. No porque sea una historia para meter miedo, si no porque a veces el desconocimiento de mundos, personas, circunstancias distintas nos hacen ciegos. Fue hermoso descubrir la belleza en ese mundo que no conozco, entender la genialidad desde otra perspectiva y disfrutar con el particular razonamiento del protagonista.

Se lee sin esfuerzo, es entretenido, tierno y gracioso.

Además, es un libro con dibujitos y gráficos, eso siempre es un plus.


Lo que dice la contraportada

El curioso incidente del perro a medianoche es una novela que no se parece a ninguna otra. Elogiada con entusiasmo por autores consagrados como Oliver Sacks e Ian McEwan, ha merecido la aprobación masiva de los lectores en todos los países donde se ha publicado, además de galardones como el Premio Whitbread y el Premio de la Commonwealth al Mejor Primer Libro. Su protagonista, Christopher Boone, es uno de los más originales que han surgido en el panorama de la narrativa internacional en los últimos años, y está destinado a convertirse en un héroe literario universal de la talla de Oliver Twist y Holden Caulfield.

A sus quince años, Christopher conoce las capitales de todos los países del mundo, puede explicar la teoría de la relatividad y recitar los números primos hasta el 7.507, pero le cuesta relacionarse con otros seres humanos. Le gustan las listas, los esquemas y la verdad, pero odia el amarillo, el marrón y el contacto físico. Si bien nunca ha ido solo más allá de la tienda de la esquina, la noche que el perro de una vecina aparece atravesado por un horcón, Christopher decide iniciar la búsqueda del culpable. Emulando a su admirado Sherlock Holmes —el modelo de detective obsesionado con el análisis de los hechos—, sus pesquisas lo llevarán a cuestionar el sentido común de los adultos que lo rodean y a desvelar algunos secretos familiares que pondrán patas arriba su ordenado y seguro mundo.

jueves, julio 26, 2007

Sueños macabros

He tenido el sueño más horrible del mundo. Bueno, dos, pero el primero se resume en atravesar una piscina enorme en colchonetas inflables intentando no llamar la atención de un tiburón, para luego defenderme desde una ventana de un tipo que me quería matar con un rifle (pero fui más rápida y le disparé primero).

El segundo sueño fue muy muy vívido:

Estaba en una especie de campamento con varios de mis amigos, metiéndonos en la piscina, tomando cervecitas… en eso el supuesto encargado del lugar nos reunió para decirnos que entendía que éramos jóvenes y nos gustaba la fiesta, pero que ese lugar tradicionalmente era tranquilo, entonces que nos pedía que nos calmáramos. Ah, es que había mucha más gente desconocida y más bulliciosos.

Yo estaba intentando oír, pero había tres tipas detrás hablando en inglés, un poco alto. Me volteé –pensando que estaban más lejos- y dije "could you shut the fuck up?”, con la mala suerte de que una de ellas, rubia con cara de chica cool, estaba demasiado cerca y casi se lo grité en la cara. La tipa me miró de arriba abajo con furia y cuando el encargado terminó el discurso y la gente se dispersó, vino, me hizo una zancadilla que me dejó tumbada boca arriba en el suelo, me dio una patadita suave en la mejilla y me dijo “you have to say please”, yo dije “por favor” sin chistar, consciente de que la nena me tenía a tiro si quería partirme la cara en dos, ella soltó una risa y me dejó en paz.

Más tarde entré en la casa donde teníamos las cosas, fui a la cocina a llamar a otra amiga que no estaba, para que llegara. Al rato vino ella y varias personas más conocidas mías. Los otros participantes hacían cada vez más escándalo, así que fui a una de las habitaciones a buscar una pastilla para el dolor de cabeza, cuando entré, la tipa que me tumbó al suelo estaba en mi habitación, con una pinta de desquiciada impresionante. Le pregunté qué le pasaba y me dijo que nada, que estaba bien. Yo sabía que no era así pero me estaba bloqueando la salida, así que me lancé a la ventana para gritar e intentar escaparme. La tipa me alcanzó cuando apenas empezaba a decir "Ayúdenme".

Cinematográficamente… corte y cambio de escena.

La chica esta aparece en el patio donde estábamos antes, con una carretilla de construcción. Era evidente que los que mandaban en el lugar eran ella y sus amigos y muchas personas más estaban por ahí tiradas, golpeadas o peor... Dentro de la carretilla, enroscada como un ovillo, estaba yo… muerta.

Creo que prefiero los de novia neurótica, o aquel cuando Gael García Bernal era mi abuelastro...

Cosmética del enemigo, Amélie Nothomb


Lo que digo yo
Este librito (bastante mini, menos de cien páginas) es muy ingenioso, me tomó por sorpresa la trama y el planteamiento. Es bastante distinto al otro libro de Nothomb que leí, aunque tiene constantes: pasiones extremas y difíciles de entender, muerte, gente perturbadilla. La novela, si es que se le puede llamar así, está hecha prácticamente con diálogos, así que mi mente teatral la vio en escena, me imaginé las luces, los decorados, el vestuario, la música… me movió la imaginación, pero no creo que sea nada del otro jueves. De hecho, mi problema con Nothomb es que creo que siempre espero "más".

Lo que dice la contraportada
El empresario Jérôme Angust escucha el anuncio de que su vuelo sufre un retraso sin determinar. Un inesperado interlocutor, Textor Texel, le dará conversación a pesar de su manifiesta resistencia. A lo largo del relato, la violación y el asesinato se irán perfilando con nitidez cada vez mayor y Textor se transformará en una abominable encarnación de todos los fantasmas de Angust, quien verá convertida su anodina espera en una aventura ominosa y alucinante.

Cosmética del enemigo se convirtió en el gran acontecimiento del otoño de 2001 en Francia, donde agotó en la primera semana una tirada de 150 000 ejemplares. La crítica coincidió con el lector de a pie: una vez más, Nothomb se había superado a sí misma.

miércoles, julio 25, 2007

Soy Michael the turtle

Tortuga, tortuguita

Prestame tu caparazón un rato: tan sólo por diez minutos quiero esconderme del mundo.

Estoy cansadaaaaaa. No logro dormir bien. Cada día me duele algo. Quiero ladrarle a más de uno, a veces hasta morder a más de uno, aunque sea un poquito. Escondo los dientes, o más bien los muestro con una sonrisita mentirosa. Aghh.

Mi estado de ánimo se resume así






lunes, julio 23, 2007

¡Novia mofletuda vale por dos!

Si sigo aquí sentada, viendo la vida pasar, comiendo y durmiendo…

¡No voy a entrar en el vestido!

Lo peor es que tengo CERO ganas de hacer nada, qué pereza salir a correr, qué pereza subir cuestas con la bici, qué pereza no comer helado de dulce de leche, qué pereza las verduras hervidas y la carne sin salsas calóricas, qué pereza no comer pasta.

¡Quiero estar nerviosa y no poder comer nada!
¿Por qué carajos la ansiedad me da hambre?
¡No es justo!

Talvez sea una guapísima novia pasadita de peso, creo que al menos me veré tierna con los mofletitos inflados y redondos, muy cachetes de Heidi.

Bueno, tengo un mes… podría intentarlo.

Ja. Ni yo me creo.

Mejor le creo a mi amiga S. que dice que la felicidad no se mide en kilos, y que si se midiera así, llevaríamos ventaja…


Foto de George Doyle

sábado, julio 21, 2007

Juegos de niños, Tom Perrotta


Lo que digo yo
Al haber visto la película, me costó un poco quitarme las imágenes vistas de la mente al leer el libro… tengo que recordarme a mí misma eso la próxima vez que vaya a ver una película basada en una novela.

De todas formas, me gusta que ese humor un tanto sardónico y oscuro de algunos autores estadounidenses. Creo que logra sacar sonrisas por el tono y el estilo de lo que cuenta, pero además porque refleja personajes metidos en mundos extraños, pero de apariencia muy normales… gente “de bien” asfixiada por su rol y su vida, pero a lo mejor incapaz de salir de ahí.

Es un libro bueno, fácil de leer, con detalles adicionales a la película, aunque la adaptación es bastante fiel. No entra en mi lista de imprescindibles pero lo disfruté muchísimo.


Lo que dice la contraportada

Especie de paraíso en technicolor, los apacibles barrios residenciales norteamericanos son el escenario propicio donde se teje la trama de esta hilarante historia de vicios privados y públicas virtudes.

Su autor, descrito como "un Chejov americano" por The New York Times Book Review, se encuentra sin duda entre los más interesantes novelistas de la actualidad, y al éxito del libro se ha añadido el de su reciente versión cinematográfica, 'Little Children', candidata a varios Oscars.

En un microcosmos de sospechosa felicidad, donde nunca ocurre nada grave y los días se funden unos con otros como "ceras de colores en una bolsa de plástico olvidada al sol", los idílicos hogares son el caldo de cultivo del tedio y la frustración, un entorno del cual no pocos sueñan con escapar.

Por ejemplo Sarah, atrapada en su papel de madre y esposa, situación que nunca hubiera imaginado pocos años atrás, mientras preparaba su doctorado. O Todd, padre moderno y excitante icono entre las aburridas madres del parque, que se ocupa de su hijo de tres años mientras su mujer se dedica a producir documentales. Cuando la corriente eléctrica fluye inconteniblemente entre ambos,el frágil equilibrio de la comunidad se tambalea. Y por si no fuera suficiente, la llegada del inquietante Ronnie, que vuelve a casa de su madre tras cumplir condena por exhibicionismo, altera definitivamente la paz de este plácido enclave.

Los miedos y obsesiones salen a la luz, poniendo de relieve el contraste entre el discurso público y la miríada de traiciones y deslealtades que contaminan las relaciones de los mismos personajes en la esfera privada.

jueves, julio 19, 2007

No hay que llorar... que la vida es un carnaval


Barcelona es una de las 50 ciudades más caras del mundo para vivir. De hecho si contamos sólo Europa, está en los primeros puestecillos.

Si no me lo dicen no me doy cuenta… basta buscar piso para enterarse. Sólo un ejemplo, que me deprimo:

“Piso muy coqueto tipo loft, 30 m2, ideal para parejas o persona sola. Cuarta planta sin ascensor. Zona Sants. 700 € al mes más gastos. Depósito 2100 €”

Ni siquiera tiene calefacción. Y ¿qué diablos significa muy coqueto? Coqueto como... ¿ideal para un conejo enano? ¿¿¿Coqueto??? Unos 800 $ por una casetilla de teléfono coqueta que podés recorrer dando seis pasos y luego cinco… 490 mil colones… ¡sean más serios!


Hoy fui a ver un piso de los que arrienda una empresa pública de la Generalitat. Estaba bien, 90 m2, dos habitaciones grandes, un salón mediano con mucha luz natural. El precio razonable, al menos para lo que se cobra aquí. Y… 20 personas viéndolo con ojos golosos. Me sentí como en una versión más triste de Gran Hermano o Factor X. Eso mismo, fue un capítulo especial de Operación Piso.

Y yo en este caso, aunque tenga tres años viviendo en euros, no puedo parar de multiplicar. Con lo que he pagado de piso aquí en este tiempo, ya tendría una señora entrada (prima) para una casa en Costa Rica.

Aghhh...

La cosa está casi más fea que este pobre kohona:

Ps. el pobre gato no venía al caso, pero es que me encontré esta foto en www.genciencia.com y se merecía un sitio en el blog, jajaja, qué espantosito, cosita.

miércoles, julio 18, 2007

Las cosas que odio

Como hace un tiempo hice la lista de las cosas que amo, es el turno de hablar de esas que odio… aquí van, en orden aleatorio:

1. El mondongo (conocido en España como callos), la lengua de vaca y los testículos de toro (o de cerdo, como las criadillas). A quien se le haya ocurrido que esas cosas asquerosas son comestibles deberían alimentarlo sólo con eso durante toda su vida. En general odio este tipo de comidas como sesos de cerdo, corazón de pollo, ojo de culebra, uña de cocodrilo (estoy exagerando)… mi única excepción es el hígado de vaca… sí, lo acepto, ese me gusta.

2. La radio deportiva… no soporto oír nada de deporte por radio, lo detesto, me saca de mis casillas. Lo único que me hace gracia es cuando transmiten tenis por radio, pero eso es porque es tan idiota hacerlo que me puedo burlar de los comentaristas.

3. Que me digan “sí, sí”. Me pasa lo que al principio con el “ya” en España, siempre siento que “sí-sí” es una forma despectiva de callarme. Disonancia cognoscitiva cultural, igual que con “qué bestia”, me suena demasiado fuerte y no acepto que se diga en referencia a mí bajo ningún concepto.

4. Las aglomeraciones, me siento al borde del colapso nervioso cuando tengo demasiada gente alrededor, sobre todo si intento moverme de un sitio a otro. Puedo aceptar dos excepciones, el gentío en Sant Jordi y los conciertos. Todo lo demás me parece asqueroso y es una de las razones por las que me largaría de Barcelona sin pensarlo dos veces, siempre hay mucha gente en todas partes. Aghh. Odio los turistas, por extensión, menos cuando soy yo la que viajo, jijiji.

5. Que no me den la cara. A mí me gustan las confrontaciones cuando son necesarias, la gente que se esconde como avestruz me parece de lo peor… prefiero alguien que me cante las verdades aunque me duelan (y de paso así me da chance de rebatir) que los que se van a su rincón a rumiar los pensamientos hasta que se les enconan como una uña… Prefiero el que se atreve a decirme “imbécil” en la cara a otro que lo piense y se lo calle mientras el hígado le hierve. También aplica con los anónimos en el blog. Si no me conoces ¿qué más da que me digas tu nombre? Y si me conoces… ¡dáme la cara, pedazo de cobarde!

6. Que me pregunten lo mismo mil veces. Esto sé que es mi rollo, no tengo paciencia para decir varias veces lo mismo. Mi madre se quejaba mucho porque la trataba mal cuando me preguntaba cosas del ordenador, esas cositas que yo le había explicado antes. También me pasa con las preguntas evidentes, soy un poco borde para responder. Por ejemplo… ¿qué haces? cuando se nota lo que hago. Sé que es normal que se hagan estas preguntas, pero me saca de quicio, sobre todo si ya estoy de mal humor.

7. Los rollos celosos entre amigas, que me pidan “pruebas” de cuánto quiero a alguien, odio y re-odio tener que dar explicaciones de lo que hago, digo o pienso porque hay gente que piensa que sólo así se demuestra el cariño. Cuando pasan estas cosas me siento como con 12 años cuando lloraba si no era la “Mejor Amiga 1” de Fulana. ¡Ya no somos chamaquitas, por Dios! Y más rabia me da porque estoy muy lejos de mis amigas como para –además de salvar distancia física- tener que estar previendo distancias emocionales.

8. De mí (y para no ver sólo la paja en el ojo ajeno) odio ser celosa con mi pareja. Este año he logrado controlarlo y variar mi conducta en este sentido, pero es un trabajo de jornada completa, siempre. Orgullosamente puedo decir que me he borrado un 80% de los celos estúpidos que solía padecer, pero ¡Ay, cómo sigue jodiendo ese 20%!

9. Las mudanzas. Tuve suerte hasta los 24 años, sólo me pasé de casa una vez. Después he vivido en un hostal y dos apartamentos en La Coruña, un piso y medio en Barcelona y dentro de poco tendré que pasarme de nuevo. Puede que no sea mucho, pero me resulta muy molesto, sobre todo cuando se está por terminar y quedan esas cositas sueltas que no se sabe dónde meterlas, pero que tampoco hay suficiente valor para tirarlas.

10. La pedantería intelectual infundada. Me cae muy muy mal la gente que se espanta porque leo la Cosmopolitan o la Glamour… aunque luego llegue a mi casa y lea otras cosas. A ver… la libertad está para usarla y no para demostrarle nada a nadie, pero esa actitud de que hay que ser “serio” e “inteligente” siempre me parece un poco molesta. Sí, me gusta “Friends” y “Sex and the City” tanto como para tener todas las temporadas ¿Y QUÉ? Se aplica también para quienes creen que un libro por ser best-seller ya es malo. Hay libros que se venden mucho y son buenísimos (como El Perfume) y otros que se venden poco, son de “culto” y a mí me parecen una basura. Lo único que entiendo es que la gente se harte de los éxitos producidos por los medios y el marketing y no por el libro en sí. Lo mismo con las películas… ¡claro que me gusta el buen cine, pero a veces lo único que deseo es ver una comedia tonta donde sé que todo terminará bien! Para mí esa actitud es pura inseguridad.

11. Ya está, más de 10 es gula.

Ps. las fotos son de Google imagenes, no tengo los créditos correspondientes... ¡lo siento! :-(

martes, julio 17, 2007

El niño con el pijama de rayas, John Boyne

Lo que digo yo
Acabo de terminar de leer “El niño con el pijama de rayas”. Tengo un nudito en la garganta que se extiende al pecho. Cuando un libro me emociona tanto deseo con toda el alma leer más y más, pero siempre cosas así, páginas con alma que me hacen pensar, padecer, sonreír… eso, es un libro con alma.

El autor tiene una facilidad impresionante para contar la historia desde el punto de vista de Bruno, un chiquillo de 9 años del que rápidamente me enamoré. No pude parar más que para almorzar… es uno de esos libros que acreditan que –algunas veces –el índice de ventas sí refleja la calidad de la novela. Sé que esto de los best sellers siempre levanta roncha, pero en este caso pienso que es justificado que se venda como churros.

Es hermoso.


Lo que dice la contraportada


Estimado lector, estimada lectora:

Aunque el uso habitual de un texto como éste es describir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida. No sólo porque el libro que tienes en tus manos es muy difícil de definir, sino porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata.

No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años, cuando se muda con su familia a una casa junto a una cerca. Cercas como ésa existen en muchos sitios del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca con una. Por último, cabe aclarar que este libro no es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería recomendable que lo hicieran, niños a partir de los trece años de edad.

El editor.

Libro con alma

Acabo de terminar de leer “El niño con el pijama de rayas”. Tengo un nudito en la garganta que se extiende al pecho, pero también una sonrisa pegada a la cara. Cuando un libro me emociona tanto deseo con toda el alma leer más y más, pero siempre cosas así, páginas con alma que me hacen pensar, padecer, sonreír… eso, es un libro con alma.

Donde las mujeres, Álvaro Pombo

Lo que digo yo

Movida por la lectura de “La fortuna de Matilda Turpin”, que no fue una cosa impresionante pero me dejó buen sabor de boca, decidí entrarle a otro libro del autor. Empecé Donde las Mujeres con muchas ganas, las primeras páginas prometían. Pero entre la página 5 más o menos y la 100, la lectura fue un calvario. ¿Por qué seguí leyendo? Porque trato de ser disciplinada y acabar todos los libros que empiezo a menos de que me sea absolutamente insoportable.

Lo aburrido de esa parte del libro es que Pombo se regodea a veces en la complejidad, pero en ese estilo de “oh, qué sabio soy” que tienen los escritores muy estudiados, andados y, por lo visto, poco modestos. Me recordó el ejemplo que pone mi papá sobre el tema, del tipo que dice “líquido perlático de la consorte del toro” en vez de “leche”.

Pero… contra todos los pronósticos, mi interés fue creciendo conforme me alejé de la página 100. No me atrevo a decir que devoré el resto del libro, porque realmente no fue así, pero si fuera por la segunda parte diría que es un libro buenísimo. Pero la primera parte está ahí para equilibrar, por lo tanto: está bien. Nada imprescindible, pero no me arrepiento de haber terminado.

Lo que dice la contraportada

En esta magnífica novela, galardonada con el Premio Nacional de Narrativa, Álvaro Pombo describe el esplendor y la decadencia de lo que parecía una unidad familiar que se imagina perfecta. La narradora, la hija mayor de la familia, había pensado que todos su excéntrica madre, sus hermanos, su aún más excéntrica tía Lucía y su enamorado alemán eran seres superiores que brillaban con luz propia en medio del paisaje romántico de la península, una isla casi, en la que vivían, aislados y orgullosamente desdeñosos de la chata realidad de su época. Pero una serie de sucesos y el desvelamiento de un secreto familiar que la afecta decisivamente, descubre a la narradora el verdadero rostro frío, práctico, tiránico, y a la postre venenoso de los mitificados habitantes de aquel reducto en el que «los padres, los maridos, los hombres, dan lo mismo. Son intercambiables». Una revelación que cambiará irremisiblemente el sentido de su vida.

domingo, julio 15, 2007

28 Semanas Después


Hace bastantes años, tendría yo 11 ó 12 y hasta mucho tiempo después, me apasioné por el terror. La mitad -al menos- de los libros que leía eran de este género, al igual que las películas, que devoraba sin criterio ni discriminación alguna. Así, me vi todas las Amityville (tras leer el libro, que por lo menos a mí me dio mucho miedo), las Pet Cementery, incluso las muy baratas Scream y I know what you did last summer. Me sabía perfectamente las Viernes Trece y –aún con cierto reparo- podía seguir las sangrientas aventuras de Freddy Krueger. Leí It de Stephen King y me desvelé por la historia, incluso llegué al extremo de no poder dormir con el libro en la misma habitación. Era, con todas las de la ley, una forofa del terror.

Luego me cansé y me pasé al suspenso. Hasta hoy disfruto de las películas donde estás al borde de la silla, al borde del grito, con el suspiro atravesado en la garganta aunque no veas nunca al bicho que causa el miedo. Por ejemplo, me gustó The Blair Witch Project por ese motivo.

El terror dejó asustarme cuando me cansé de ver bichos sangrientos poco creíbles… pasé de estar asustada hasta más no poder, a casi sentir que aquello era una comedia (con excepción de las películas japonesas y coreanas de este género, que por lo general siguen matándome del susto).

Entiendo que es muy complicado contar una mentira tan grande, con sangre y bichos, casi siempre muy gore, y que la gente se lo trague. Inevitablemente, el propio género crea una distancia difícil de salvar, que sólo mantiene el contacto con quien lo ve por su propia voluntad.

Ayer fuimos a ver 28 semanas después. Tenía mis reparos porque sabía que era de terror y, como si fuera poco, la segunda parte de otra película que no llegué a ver. Tras la primer secuencia cualquier duda de la calidad y efectividad se fue al suelo. Pasé la hora y media al borde de la silla, grité de vez en cuando (mientras Fernando se reía de mí un poquito), salté veinte veces… es buenísima, la verdad. El director supo crear el vínculo y mantenerlo, tanto que ni siquiera puedo decir si el guión tiene lagunas, o es consecuente... ¡es que no me enteré de nada técnico ni formal!

28 semanas después está hecha con inteligencia, logra poner al espectador en un estado de alerta impresionante. La música es genial y termina de ayudar en eso de meterte en la historia.

Hubo una sola escena que me pareció excesivamente grotesca, sangrienta y asquerosa, aunque advierto que en toda la cinta hay sangre para tirar para arriba. De hecho, pienso en mi madre que odia estas películas y sé que se habría salido del cine, jamás habría aguantado la matanza. O sea, es muy buena pero está hecha para los que disfrutan de ver un poquillo de vísceras viscosas.

Si las películas de terror funcionaran siempre tan bien… volvería a mis viejos hábitos.

Dejo el trailer por aquí...



jueves, julio 12, 2007

Hago berrinche

Hace unos meses hice un blog con info de Costa Rica para los invitados extranjeros que vienen a la boda. Fernando tradujo las entradas al inglés para la gente de EEUU y los noruegos, pusimos links, fotos, etc.

Así, cuando alguien (o alguienes) me pregunta algo que está ahí hace meses, no puedo evitar el pequeño arranque de furia, aunque disimule y conteste con toda tranquilidad.

¿Dónde puedo quedarme? ¿Cuánto vale un euro? ¿Qué se puede visitar en un día?

Ahí está, lean porfa, porfitas, si us plau, please, porfavooor. Me da rabia las horas invertidas para que al final nadie vea el famoso blog... ¡de haberlo sabido!

Además, ACLARO QUE ESTO PUEDE SER PARANOIA MÍA, pero me estresa esta sensación de que se espera que la celebración sea un poco como aquí, cuando somos países muy distintos culturalmente. En Costa Rica si se sirve vino es poquito, la cena es corta y concisa –no el festín de horas y horas de tapas y platos y platos posteriores-, a muchos nos gusta más la idea de un grupo tocando en vivo que un DJ pinchando discos y sí ¡la fiesta termina temprano!

Cuando alguien me mira con cara de extrañeza se me sube el apellido… ¡la gente en Costa Rica sale de fiesta a las 9-10 p.m., por eso a las 2 de la mañana ya todo el mundo va para su casa!

Sé que no hay mala fe, sé que preguntan porque es lógico buscar información en la fuente directa, sé que no es para tanto, sé que hago berrinche gratuito y que me tengo que calmar, sé que talvez estoy canalizando mis nervios de forma poco constructiva… ¡pero juro que quiero vacaciones!

martes, julio 10, 2007

Tic tac tac tic

Tic
Tic tac
Tic tac tic
Tic tac tic tac
Tic tac tic tac tic


En un mes y ocho días me caso.

Tic tac

Voy a estar todo agosto en Costa Rica.

Tac tic tac tic

En octubre me quedo sin piso.

Tic tac

Parece que falta mucho, pero hay que restar el mes en el trópico.

Tic

Aún no hemos visto ningún piso que nos convenga.

Tac tic tic tac

A decir verdad no hemos visto ninguno. Y ya.

Tic tic tic tac

Casi nos estafan en un sitio, una supuesta inmobiliaria donde “no había comisiones”, sólo una cuota de inscripción PREVIA de 300 euros, antes de ver cualquier piso.

Tic

Y todavía hay quien me pregunta si estoy nerviosa por la boda.

Tac

¡Que me quedo sin casa! Eso me pone nerviosa.

Tic tic tic tic tac tac tac tac tic

domingo, julio 08, 2007

Oh domingo...

¿por qué sólo duras 24 horas?
Y mañana a trabajar... ¿alguna vez he contado de mi trabajo ocasional, ese en que me hago flash Duncan pegando-etiquetas-ensobrando-cosas-cerrando-sobres?
Ya tengo sueño, así, previo a mañana por la mañana.

jueves, julio 05, 2007

¡Otra loca como Denise!


Mi prima M (esa que es como mi hermanita) ha anunciado que quiere estudiar teatro ahora que acaba el cole. Ha cundido el pánico… ¡otra como la loca de Denise! La verdad sí me siento parcialmente responsable de que sea eso lo que quiere, ha crecido muy cerca de mi hermana y de mí, somos sus modelos en muchas cosas. Pero también me entra la rabia cuando oigo a mi tía decirle que se va a morir de hambre. Es lo que se cree, en general, y se repite, aunque a veces no sea verdad.

Yo estudié periodismo porque mis papás no veían viable que me dedicara al teatro nada más, ellos también pensaban que me iba a “morir de hambre”. Entiendo, de verdad, porque mi papá es escritor, tiene casi veinte libros publicados y jamás ha vivido de eso…Resulta que acabé por creerles, me largué de la escuela de teatro y trabajé como periodista unos años. Así, con 22 años era una amargada que sufría por tener que escribir sobre el teatro en vez de hacer teatro. Tomé la determinación que me cambió la vida para bien… dejé mi trabajo-estable-sueldo decente-inicio-de-carrera-periodística y regresé a la escuela de teatro. No voy a hablar de las cosas malas de ese lugar, pero siento que tuve la dicha de poder quedarme con lo bueno.

Desde que decidí dedicarme a lo que me gusta y hasta llegar a España, jamás me faltó trabajo. Tenía suficiente para no morirme de hambre, incluso para comprarme ropa de vez en cuando, salir por ahí con los amigos y ¡ponerle gasolina al denisemóvil! Cierto que nunca me dio para ahorrar, o para hacer un viaje a Turquía, pero morirme de hambre… ¡pues no! Si mis amigos tienen vidas más “estables” es porque las han elegido, yo he sido más velero y sí, asusta no tener nada cuando una se enrumba a los 30… ¡pero tengo mucho, aunque no sea tangible como una casa o un coche! Como decimos en Ticolandia, nadie me quita lo baila’o.

Recuerdo una conversación a principios del 2004 con mi papá. Yo le decía que no sabía qué estudiar, si un máster en teatro y cine o uno en periodismo o producción audiovisual. Su respuesta me la guardo para siempre, me dijo “desde que tenés 13 ó 14 años sabés lo que querés hacer con tu vida. Ya una vez te desviaste del camino por influencia de tus papás, no te desviés de nuevo por tu propia voluntad, hacé lo que querás hacer, no lo que creés que debés hacer”.

Y así, lo del premio –por poner un ejemplo- y mi felicidad, en todos los planos, se la debo a que decidí mi ruta. Hasta el tener a Fernando en mi vida se lo debo al teatro y a la decisión de dedicarme a esto y no a ser una honorable periodista. Entiendo las preocupaciones prácticas de mis tíos en cuanto a lo que Mariela quiere… pero que alguien entienda que más vale un esfuerzo adicional –si es que de verdad se ve en ocasión de “morirse de hambre” alguna vez y le toca trabajar de día en un Mc Donald’s–que la frustración.

Fotos: Art Montes de Oca y creo que Fernando (la de mi prima y moi)

martes, julio 03, 2007

Noticias para pelar los ojos

A veces ver-leer noticias es demasiado surrealista. Estos días he ido recopilando unas tres de colección, hélas aquí:

1. El Vaticano estudia el caso de Kubica como posible milagro de Juan Pablo II. Resulta que hace unas semanas, el corredor de Fórmula 1, Robert Kubica, se dio un porrazo de padre y señor mío. El tipo, tras casi doblar la fuerza de gravedad que se supone que resiste el equipo que llevaba y quedar en medio del monoplaza destrozado, salió con un tobillo resentido, pero nada más.

Es verdad, es un “milagro”, pero los del Vaticano se pasan tres pueblos… quieren estudiar si se trata de un milagro del "dijunto" papa, porque el tipo este corre con un casco con el nombre de Juan Pablo II. Lo que yo me pregunto es… ¿de verdad Juan Pablo II salva milagrosamente a un corredor millonario en vez de a otros seres humanos más necesitados? Y con esto viene mi pregunta de siempre… ¿es que los milagros son patrimonio de algunos? ¡Que alguien los ponga a trabajar, por favor, que hay musho pero musho vagabundeo en el Vaticano!



2. Un juez de Barcelona encarcela a una pareja porque lo tenían harto.
Oh amor, divino tesoro. Una pareja de Barcelona tiene años en pleito. Literalmente: se han denunciado mutuamente por agresión verbal, física y sexual. Tenían desde hace cinco meses una orden de alejamiento (no podían acercarse a 500 metros del otro ninguno de los dos) pero aún así vivían juntos… en ese tiempo habían puesto entre los dos 5 ó 6 denuncias más. El juez se hartó… y ¡pumba! Los dos a la cárcel para que dejen de joder. Yo me pregunto qué carajos hacían juntos con orden de alejamiento recíproca... la gente... es que de verdad...



3. Una lata vacía de comida de perro, sacada de la basura de Paris Hilton, fue subastada en eBay por 305 dólares. Otras cosas que se han vendido de la tipa son: su cepillo de dientes usado (otros 300 dólares), dos sobres por 510$ y una lata vacía de Coca-Cola por 51 dólares… mjm… Lo más divertido de esta nena es lo cabeza hueca que es, y lo orgullosa que parece de estarlo. Hace unos días fue al programa de Larry King y, entre otras mentirijillas, dijo que jamás ha usado drogas, cuando en Youtube hay vídeos de la tipa hablando de sus hierbecillas y de hongos. Espero que ningún científico loco la quiera clonar con la saliva seca del borde de la lata que se vendió… creo que ya tenemos suficientes Parises Hiltons, Britneys Spearses, Lindsays Lohans y Michelles Rodríguez. ¡Pobres niñas ricas tan atormentadas!

Es que se ve cada ridículo... ¡y eso que no hablé de las noticias en la sección de política!

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