lunes, mayo 27, 2013

Dieta del arroz rojo, día 7

Ha sido menos duro de lo que me esperaba, aunque el primer día estaba que me arrastraba por el suelo. Ahora, la verdad que estoy hasta los santísimos ovarios de comer arroz, muero por un tomate, un calabacín y un bol de helados con fruta por encima.

Por lo demás recomendadísima. Me quedan tres días, el sprint final.


martes, mayo 21, 2013

Semi ayuno is in da jaus

Grandes males reclaman grandes remedios...

Ayer empecé un semi ayuno que consiste en comer arroz rojo, todo el día. El primer día fue durito, además de la sensación física de estar agotada, sueño, dolor de cabeza, la verdad es que el cerebro me iba a pocas revoluciones. Zombi total.

Pero hoy me he despertado sintiéndome como un millón de euros.



El principio del semi ayuno, que estoy haciendo bajo supervisión médica, es conseguir regenerar la sangre. El arroz rojo tiene un montón de propiedades que combinadas con sésamo y sal del Himalaya, se ve que me dejarán con el organismo limpito.


Vamos a ver cómo avanza esto... serán diez días en total.

lunes, mayo 13, 2013

Yelmo Icaria y olor a mier...

Cierran cines, los de la industria se quejan de que los espectadores se quedan en casa y se bajan las películas de internet. Unos cuantos, sin embargo, seguimos considerando que vale la pena ir a la sala, aunque sea evidentemente más caro que ver las películas por internet o -esa salomónica opción- comprar la película y verla en casa en dvd o blue ray.

Pero entonces parece que estemos destinados al castigo:


Si compras la película toca ver la amenaza a los piratas... copiar películas es un delito, etc etc... incluso algunas peliculas incluyen pantallas que tardan un par de minutos en desaparecer de la retina y que no te permiten ir al menú del dvd.

Y si vas al cine... Ay si vas al cine: instalaciones deficientes en muchos casos y olores terribles. Sí, señores, si se os ocurre ir al Yelmo Icaria en Barcelona ni por broma entréis si la película es en la Sala 7, porque la sala 7 está al lado del baño y huele... a lo que huelen todos los baños públicos.

Vergüenza debería darles.


2 viajes en tram ida y vuelta: 4 euros
2 entradas al cine: 16 euros
Olor a mierda durante 125 minutos... No tiene precio


Hay cosas que el dinero no puede comprar, para el olor a mierda está Yelmo Icaria Barcelona.

jueves, mayo 09, 2013

Como morir pero sin morir

Entonces yo estaba comprando azúcar en un chino, pero compraba un puñadito que me daban en la mano, así que decidía comprar también una bolsa para meterla. Mientras tanto Amigo Actor y yo mirábamos hacia afuera y veíamos (en perspectiva como de piso muy alto) como un edificio se levantaba del suelo, como si una grúa desprendiera un árbol con todo y raíz.

Amigo Actor preguntaba: ¿alguien más ve que el edificio se está elevando del suelo? No estoy loco, ¿no? 

Y la cosa es que todo el mundo lo veía pero a nadie más que a nosotros le parecía raro. 

Luego otro edificio hizo lo mismo y cuando estaba alto, mucho más alto de los edificios más altos, se desintegró en el aire, como si se desmoronara muy rápido. Amiga Actriz, Amigo Actor y yo flipando, claro.

Otro, otro más.

Luego una explosión de un edificio, otra, otra, cada vez más cerca. 

Amigo actor nos mira y nos dice: Ya está, ya está. Entiendo que la cosa va mal.

Amiga Actriz me dice: adéu, nos vemos en otra. Ambos se despiden de mí sonrientes con un gesto de la mano.

Explota el sitio donde estamos, de repente tengo una sensación de calor muy intenso, luz, siento un leve miedo pero alegría porque sé que finalmente voy a trascender y descubrir que pasa tras la muerte y me aterra y me asusta y me llena y me maravilla.

Mi último pensamiento es El Vikingo, pienso: gracias, te amo, nos vemos en otra.

Sé que de alguna manera me estás escuchando o entendiendo. Y entonces salgo como expulsada de mi cuerpo y despierto, en mi cuerpo, con una sensación muy real y muy curiosa al despertar, creo que se parece a morir de verdad. No me pregunten por qué lo sé, pero creo que es algo como ese sueño.

lunes, mayo 06, 2013

La nueva dieta

La semana pasada empecé "nueva vida". Por ahora lo llevo bastante bien, sobre todo soy fan de los desayunos...

Lo que aún no sé compensar es la falta de cafeína en mi cuerpo. No soy de beber café cada mañana, pero seguro que al menos una Coca Cola o un café me bebía al día. Y el té me gusta mucho, pero necesito como siete litros para despertarme. Supongo que tendré que volver a las bayas de Goyi, que creo que más o menos me hicieron efecto hace unos años, cuando me tocó dejar la cafeína.

Y aunque haya momentos del día en que quisiera hartarme una magdalena, media tableta de chocolate y medio litro de gasesosa... me siento tan bien -en general- que tengo ganas de seguir con esta locura.

Divertido será cuando haga el semi-ayuno de arroz rojo. De solo pensarlo me da algo, jiji.


viernes, mayo 03, 2013

Miedos raros


Hoy en la mañana vi una foto de un grupo de tiburones martillo y me acordé de una cosa. Corría el año... diría que 95. Fuimos unos cuantos del Instituto/Colegio de viaje final a Cancún. No me acuerdo cuántos días eran, pero había actividades programadas para cada día. Una de ellas, un paseo en moto acuática para luego hacer snorkel.

Entonces, cuando llegó el momento de subirme en la moto acuática me di cuenta de que... me daba pánico. Miedo no, pánico. Me subí de todas maneras, no había más remedio. Un amigo (que por cierto desde siempre me ha llamado abuela) se ofreció voluntario porque sabía conducir este tipo de aparatos y prometió que no iría más rápido de lo necesario.

Me subí, me abracé al torso de mi amigo como si no existiese el mañana y... y sufrí durante quince o veinte minutos o dos horas o siete, la verdad que lo padecía tanto que ni me acuerdo de cuánto tiempo fue.

En mi defensa, de vuelta una de mis amigas del alma salió volando de la moto en que iba, cayó al agua... y el golpe fue tan fuerte que el resto del viaje anduvo con un morado como del tamaño de un plato en la pierna.

Cuestión que esa misma tarde o al día siguiente fuimos a Isla Mujeres a ver delfines y tiburones. De los delfines ni el rastro, pero en el “vivero” que tenían en el mar había un tiburón gato. Casi nadie quiso meterse a tocarlo, pero yo sí.

Foto tomada de aquí: http://www.flickriver.com/photos/vikingospub/4804681795/



Cayendo la tarde alguien me preguntó que cómo era posible que le tuviera miedo a una moto acuática pero me metiera en el mar con un tiburón. Desde entonces me pregunto cosas parecidas, porque yo a veces le temo a lo más absurdo, o me da vergüenza o reparo. A veces prefiero perderme media hora antes de pedir direcciones. Y cuando hay grandes amenazas, curiosamente, no me da miedo.

Rara que es una.  

miércoles, mayo 01, 2013

Intolerantes del mundo... Uníos

Desde hace unos años lidio con un padecimiento -llamémosle así- que parece extenderse cada vez más: las intolerancias a alimentos. Básicamente descubrí que hay una serie de alimentos que mi estómago no procesa. Esto fue tras dos años, sí dos, de batallar con dolores variados, malestares y pruebas que no llegaban a ninguna conclusión.

Tres veces pasé por urgencias, incluyendo una exótica visita a un hospital noruego y otra a uno costarricense. Tuve que regresar a casa en medio de clases porque no podía más. Todo me caía pesado al comer, y cuando digo todo es todo menos el agua. Ante mis múltiples consultas los doctores acababan rascándose la cabeza porque el nivel de infección que presentaba era demasiado alto para tratarse de una gastroenteritis pero un pelín bajo para apendicitis. Más de una vez surgió la duda de si aquello acabaría en operación, pero sin saber operación de qué. Tras cada susto tocó suero, dieta blanda y a casa sin que nadie pudiera decirme lo que me pasaba hasta la próxima vez.

Sobra decir que la angustia que me generó tampoco ayudaba mucho. Cuestión que me puse a hacer eso tan malo de buscar en internet y acabé haciéndome la prueba de intolerancias... A partir de ahí cambié la dieta y mejoré y cuando recaigo en hábitos pasados vuelven la dolencias.

El propósito de este post no es quejarme sino intentar echar una mano a los intolerantes del mundo... porque uno creería que los síntomas son claros pero es justamente lo contrario, se trata de una dolencia ambigua donde las haya.



Listo los síntomas. Una cosa importante a saber es uno no suele pensar que estén relacionados entre sí y además pueden aparecer hasta unos tres días después de haber ingerido el alimento, por eso cuesta tanto pillar qué pasa y permanecen el tiempo que les da la gana, de hecho yo estuve un mes seguido fatal, sin dar con el motivo:


  • Rinitis, asma, sinusitis
  • Dolor de cabeza parecido a la migraña, mareos (incluso sensación de vértigo)
  • Calambres, debilidad y dolores musculares, dolor en articulaciones
  • Náuseas, vómito, diarrea, estreñimiento, gases, náuseas, cólicos, estómago hinchado, retención de líquidos, sensación de tener el estómago "sucio" o de haber comido demasiado, aún sin que sea el caso
  • Ansiedad, fatiga, depresión
  • Erupciones en la piel


Como pueden ver, es tan amplio el cuadro que uno pasa por revisarse cualquier cosa y puede no acertar. Según leí por ahí, se calcula que un 40% de la población tiene algún tipo de intolerancia, aunque viva con ella y la aguante.

Claramente tener un diagnóstico es de gran ayuda, pero también se convierte en un compromiso fuerte. Entre el Vikingo y yo hacemos un festín... combinando las restricciones de ambos, en mi casa no se debe tomar leche ni quesos de vaca, ni de oveja, ni de cabra. No trigo. No trigo de sémola dura. No cuscús, avena, centeno, cebada, malta, espelta. No cacahuetes, avellanas, almendras. No guisantes, judías rojas ni calabaza. No soja. No huevos. No canela. No almejas, ni cangrejo. Y seguro que me dejo algo.

Lo tremendo de esto es que les reto a coger un paquete de... jamón dulce, por ejemplo. Le agregan soja como potenciador de sabor, trigo y leche para la textura. Así con decenas y decenas de productos que no deberían tener esas otras cosas, pero que han sido modificados hasta la náusea para saciar nuestro paladar cada vez más artificial.

¿Complicado? Claro.

Pero más complicado fue pasarme dos años enferma, os lo digo ya.

Pues eso... a veces vale la pena invertir en lo que el seguro médico público y privado no paga.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...