lunes, diciembre 28, 2009

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Haruki Murakami

Lo que digo yo:


Bueno… me es muy difícil decidir qué pienso sobre esta novela de 900 páginas. Me gustó muchísimo, por un lado, porque tiene esos elementos de Murakami que ya esperas, pero por otro lado creo que es durillo entrar si no sabes a qué vas.


Tiene, como yo esperaba, estos hechos “raros” que se encadenan entre sí (un poco porque la trama convence, un poco por mano evidente del autor). También están los personajes curiosos, de los que sabemos poco… de hecho conocemos su presente y nos da algunas pistas del pasado, pero nunca llega a ser un relato en detalle (y no sería por falta de espacio, digo yo). Y el enigma que o no se resuelve o bien deja de ser lo importante.


Las historias del presente del protagonista me interesaron mucho, mientras que las del teniente Mayima y similares pues no sé… me sobraron un poquito. Sobre lo que no me gustó… pues la extensión, creo que Murakami se regodea en detalles y vericuetos de la historia que no aportan nada. Y no me gustó el final, no sé lo que esperaba pero seguro que no eso.


Creo que vale la pena leerlo si ya eres ‘Murakamiero’, si no… puede que empezar con otros que sean menos “agresivos” para entrar en su mundo.



Lo que dice la contraportada:


Desde una arboleda cercana llegaba el chirrido regular de un pájaro, un ric-ric, como si estuviera dándole cuerda a algún mecanismo. Nosotros hablábamos de él como del pájaro-que-da-cuerda…» Haruki Murakami es uno de los novelistas japoneses contemporáneos con mayor prestigio en su país. Pero hablar aquí de literatura japonesa sugiere siempre un mundo exótico, ajeno por completo al nuestro. Sin embargo, Murakami no sólo está considerado ya en Occidente un autor de culto, sino que su extensa obra narrativa ha roto fronteras y la crítica mundial lo sitúa entre Mishima y Pynchon. Era, pues, imprescindible darle a conocer definitivamente también en nuestra lengua. Tooru Okada, un joven japonés que acaba de dejar voluntariamente su trabajo en un bufete de abogados, recibe un buen día la llamada anónima de una mujer. A partir de ese momento la vida de Tooru, que había transcurrido por los cauces de la más absoluta normalidad, empieza a sufrir una extraña transformación. A su alrededor van apareciendo personajes cada vez más extraños, y la realidad, o lo real, va degradándose hasta convertirse en algo fantasmagórico. La percepción del mundo se vuelve mágica, los sueños son realidad y, poco a poco, Tooru Okada deberá resolver los conflictos que, sin sospecharlo siquiera, ha arrastrado a lo largo de toda su vida. Crónica del pájaro que da cuerda al mundo pinta una galería de personajes tan sorprendentes como profundamente reales. El mundo cotidiano del Japón moderno se nos aparece de pronto como algo extrañamente familiar.

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Haruki Murakami

Lo que digo yo:
Bueno… me es muy difícil decidir qué pienso sobre esta novela de 900 páginas. Me gustó muchísimo, por un lado, porque tiene esos elementos de Murakami que ya esperas, pero por otro lado creo que es durillo entrar si no sabes a qué vas.
Tiene, como yo esperaba, estos hechos “raros” que se encadenan entre sí (un poco porque la trama convence, un poco por mano evidente del autor). También están los personajes curiosos, de los que sabemos poco… de hecho conocemos su presente y nos da algunas pistas del pasado, pero nunca llega a ser un relato en detalle (y no sería por falta de espacio, digo yo). Y el enigma que o no se resuelve o bien deja de ser lo importante.
Las historias del presente del protagonista me interesaron mucho, mientras que las del teniente Mayima y similares pues no sé… me sobraron un poquito. Sobre lo que no me gustó… pues la extensión, creo que Murakami se regodea en detalles y vericuetos de la historia que no aportan nada. Y no me gustó el final, no sé lo que esperaba pero seguro que no eso.
Creo que vale la pena leerlo si ya eres ‘Murakamiero’, si no… puede que empezar con otros que sean menos “agresivos” para entrar en su mundo.

Lo que dice la contraportada:
Desde una arboleda cercana llegaba el chirrido regular de un pájaro, un ric-ric, como si estuviera dándole cuerda a algún mecanismo. Nosotros hablábamos de él como del pájaro-que-da-cuerda…» Haruki Murakami es uno de los novelistas japoneses contemporáneos con mayor prestigio en su país. Pero hablar aquí de literatura japonesa sugiere siempre un mundo exótico, ajeno por completo al nuestro. Sin embargo, Murakami no sólo está considerado ya en Occidente un autor de culto, sino que su extensa obra narrativa ha roto fronteras y la crítica mundial lo sitúa entre Mishima y Pynchon. Era, pues, imprescindible darle a conocer definitivamente también en nuestra lengua. Tooru Okada, un joven japonés que acaba de dejar voluntariamente su trabajo en un bufete de abogados, recibe un buen día la llamada anónima de una mujer. A partir de ese momento la vida de Tooru, que había transcurrido por los cauces de la más absoluta normalidad, empieza a sufrir una extraña transformación. A su alrededor van apareciendo personajes cada vez más extraños, y la realidad, o lo real, va degradándose hasta convertirse en algo fantasmagórico. La percepción del mundo se vuelve mágica, los sueños son realidad y, poco a poco, Tooru Okada deberá resolver los conflictos que, sin sospecharlo siquiera, ha arrastrado a lo largo de toda su vida. Crónica del pájaro que da cuerda al mundo pinta una galería de personajes tan sorprendentes como profundamente reales. El mundo cotidiano del Japón moderno se nos aparece de pronto como algo extrañamente familiar.

I know this much is true, de Wally Lamb

Lo que digo yo:


Novela laaarga laaarga como las pestañas de un elefante. Pero hermosa. Empieza con la historia de un gemelo esquizofrénico paranoide que intenta automutilarse en una biblioteca pública. A partir de este hecho, su hermano gemelo no enfermo hace un repaso tanto de la vida de su familia durante varias generaciones como de la situación de su gemelo.


Curiosamente, y a pesar de la extensión, creo que hubo un solo momento en que me pareció excesivo el detalle con que Lamb narra, pero dos o tres capítulos más allá vi el sentido de aquello.


Con esta novela confirmo lo que ya había visto en “She’s come undone”, del mismo autor, y es la maestría con que Lamb construye la tensión dramática y lo complejo de los personajes que retrata, de hecho creo que me enamoré –para variar- del libro sólo porque los personajes son de esos que siempre digo que parece que saltan de las páginas, no son juzgados a pesar de lo que hacen, es el lector quien debe decidir qué pensar sobre ellos.


En fin, que me podría extender pero para qué… es buenísima la novela, buenísimo el autor.



Lo que dice la contraportada:



No mucho, críticas de esas típicas de “a masterpiece”, etc etc que me da palito copiar :-D

domingo, septiembre 27, 2009

Matar a un ruiseñor, de Harper Lee

Lo que digo yo:


Hasta donde entiendo, esta novela ganadora del Pulitzer fue la única que escribió Harper Lee. Se trata de una ficcionalización de sus vivencias en un período concreto de su infancia. Desde la primera página te metes en los rincones de la casa de la familia Finch y vas viviendo con ellos los acontecimientos.


Hay dos cositas que me guardo con especial cariño: no todos los personajes-personas son exactamente como creemos. Los buenos, los malos, los viejos, los peligrosos… depende de la situación pueden cambiar de etiqueta. La autora sabe hacerlo sin que quede forzado. Y la segunda… el capítulo del juicio –no digo más- que me dejó patidifusa y sobrecogida… ohhhhhh.



Muy recomendada. Mucho.

Lo que dice la contraportada:


Jean Louise Finch evoca una época de su infancia en Alabama (EE UU), cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Matar a un ruiseñor muestra una comunidad dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y vecinales.

La suma de los días, de Isabel Allende

Lo que digo yo


Ya está bien de disimulo… a mí me gusta la forma de escribir de Isabel Allende. Sé que se le ha dictado de usar su propia vida para vender libros, de ser más “rock star” que artista, de escribir desde una pose. Puede ser… puede ser… pero a mí me gusta.


Me leí La suma de los días en poquitos días, valga la redundancia. Creo que tiene la suma correcta de exhibicionismo y profundidad en las historias. Me quedo con dos cosas que dijo, una que manda sus textos –cuando corresponde- a familiares y amigos nombrados para evitar problemas tras la publicación, y que siendo escritora, ya se ha acostumbrado a que siempre habrá alguien que se ofenda.


La historia más graciosa es la que cuenta de que la mitad de su familia dejó de hablarle cuando se publicó La casa de los espíritus, pero que le volvieron a hablar cuando salió la película… en vez de las foto de sus abuelos, en el salón de la casa familiar estaba el póster de la familia.


En fin, que es una especie de novela-libro de cuentos bastante entretenido.




Lo que dice la contraportada


Isabel Allende narra a su hija Paula todo lo que ha sucedido con la familia desde el momento en que ella murió. El lector vive, junto con la autora, la superación personal de una mujer con una fuerza inspiradora, rodeada siempre de amigos y familiares. Su historia es emotiva, pero también está repleta de humor, personajes pintorescos y anécdotas caóticas y divertidas sobre la complicidad, el amor, la esperanza, la magia y la fuerza de la amistad.

Oryx y Crake, de Margaret Atwood

Lo que digo yo


Aunque suene raro, no sabía que era una historia de ciencia ficción. Honestamente esto me jugó a favor porque me declaro como no-amante-de-la-scifi, aunque hay honrosas excepciones. Al poco tiempo empecé  anotar que hablaban de elementos no “realistas”, que la situación era algo apocalíptica…


Me gustó mucho el uso de descripciones en algunos trozos, en otros lo curioso de los personajes.


Pero… y esto es lo que me jodió –con perdón-, la autora desperdicia constantemente sus propias propuestas. Me explico: pone unos personajes que podrían ser apasionantes, pero no se sitúa desde la óptica de ninguno, no te cuenta suficiente como para que te identifiques y que los ames o los odies… y claro, eso desencadena en un segundo problema: te da igual lo que les pase. La trama, entonces, se vuelve previsible o indiferente.



En general es un libro lleno de chispazos muy buenos, muchas veces mal resueltos.



Lo que dice la contraportada:



In Oryx and Crake, a science fiction novel that is more Swift than Heinlein, more cautionary tale than "fictional science" (no flying cars here), Margaret Atwood depicts a near-future world that turns from the merely horrible to the horrific, from a fool's paradise to a bio-wasteland. Snowman (a man once known as Jimmy) sleeps in a tree and just might be the only human left on our devastated planet. He is not entirely alone, however, as he considers himself the shepherd of a group of experimental, human-like creatures called the Children of Crake. As he scavenges and tends to his insect bites, Snowman recalls in flashbacks how the world fell apart.

While the story begins with a rather ponderous set-up of what has become a clichéd landscape of the human endgame, littered with smashed computers and abandoned buildings, it takes on life when Snowman recalls his boyhood meeting with his best friend Crake: "Crake had a thing about him even then.... He generated awe ... in his dark laconic clothing." A dangerous genius, Crake is the book's most intriguing character. Crake and Jimmy live with all the other smart, rich people in the Compounds--gated company towns owned by biotech corporations. (Ordinary folks are kept outside the gates in the chaotic "pleeblands.") Meanwhile, beautiful Oryx, raised as a child prostitute in Southeast Asia, finds her way to the West and meets Crake and Jimmy, setting up an inevitable love triangle. Eventually Crake's experiments in bioengineering cause humanity's shockingly quick demise (with uncanny echoes of SARS, ebola, and mad cow disease), leaving Snowman to try to pick up the pieces. There are a few speed bumps along the way, including some clunky dialogue and heavy-handed symbols such as Snowman's broken watch, but once the bleak narrative gets moving, as Snowman sets out in search of the laboratory that seeded the world's destruction, it clips along at a good pace, with a healthy dose of wry humor

domingo, septiembre 06, 2009

La reina en el palacio de las corrientes de aire, de Stieg Larsson

Lo que digo yo:


Al igual que las dos novelas anteriores de la Trilogía Millenium, esta engancha. Es fácil de leer, aunque durante un buen rato te hartas de los nombres, complicados. Además me hace mucha gracia que todos se llaman por el nombre completo: Hola Lisbeth Salander / Erika Berger llamó a Mikael Blomkvist… ¿en serio? :-p


Sigo pensando que la más adictiva es la primera… esta, sin embargo, entra con mayor rapidez a la acción, cosa que se agradece porque sobre todo en la segunda te puedes relajar antes de ver por dónde van los tiros.


Lo mejor es la resolución de algunos temas pendientes, siempre en la línea de cada personaje... aunque a veces no sea muy creíble. Lo peor lo dicho antes, el seguirle el hilo a todos los suecos que van apareciendo y que, a veces, da la impresión de que podrían no existir y no pasaría nada.


Pienso que las tres valen la pena como lectura relajada y divertida. Hace poco me enteré de que Larsson tenía previsto escribir otras tantas novelas siguiendo con los personajes, pero por dicha la novela sí concluye. Está muy bien.


Lo que dice la contraportada:



Los lectores que llegaron con el corazón en un puño al final de La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina quizás prefi eran no seguir leyendo estas líneas y descubrir por sí mismos cómo sigue la serie y, sobre todo, qué le sucede a Lisbeth Salander. Como ya imaginábamos, Lisbeth no está muerta, aunque no hay muchas razones para cantar victoria: con una bala en el cerebro, necesita un milagro, o el más habilidoso cirujano, para salvar la vida. Le esperan semanas de confi namiento en el mismo centro donde un paciente muy peligroso sigue acechándola: Alexander Zalachenko, Zala. Desde la cama del hospital, Lisbeth hace esfuerzos sobrehumanos para mantenerse alerta, porque sabe que sus impresionantes habilidades informáticas van a ser, una vez más, su mejor defensa. Entre tanto, con una Erika Berger totalmente entregada a su nuevo trabajo, Mikael se siente muy solo. Quizás Lisbeth le haya apartado de su vida, pero a medida que sus investigaciones avanzan y las oscuras razones que están tras el complot contra Salander van tomando forma, Mikael sabe que no puede dejar en manos de la Justicia y del Estado la vida y la libertad de Lisbeth.
Pesan sobre ella durísimas acusaciones que hacen que la policía mantenga la orden de aislamiento, así que Kalle Blomkvist tendrá que ingeniárselas para llegar hasta ella, ayudarla, incluso a su pesar, y hacerle saber que sigue allí, a su lado, para siempre

miércoles, septiembre 02, 2009

Las correcciones, de Jonathan Franzen

Lo que digo yo: franzen


Da gusto esta novela. Pero mucho… muchoooo gusto. Los primeros capítulos son difíciles, algo espesos, pero sobre todo porque se necesita un tiempecillo para tomarle la temperatura a la novela y al tipo de narración. Pero una vez que empiezas, fluye.


El autor tiene la destreza de ir mostrando las relaciones familiares desde el punto de vista de cada miembro. Así, conocemos de cerca la realidad de los tres hijos del matrimonio Lambert y de la propia pareja. Lo hace, además, con claridad y buen sentido del humor. Los personajes son justamente los que nos hacen ver la historia y el tema… es decir y en resumen, que Franzen se toma su tiempo para definir con detalles a los personajes, y gracias a esto, vemos el cuadro completo.


Lo que más me gustó, sin echar a perder el libro para nadie, es que Franzen pasa de situaciones graciosas a tristes, gira tu percepción de los personajes cuando menos te lo esperas y te hace reflexionar.


Recomendado al cien por cien.



Lo que dice la contraportada:


Ésta es la historia de los Lambert, una familia normal: Alfred, un ingeniero retirado al borde del caos mental y físico de un Parkinson terminal; Enid, su mujer, obsesionada con reunir en casa a sus tres hijos durante una última cena de Navidad; Chip, un ex profesor despedido por acostarse con una alumna, que emprende negocios turbios en Lituania; ... El prodigio de esta novela es la secreta conexión entre el universo de los Lambert y el resto del mundo, la Norteamérica de los últimos noventa, un país irascible que se tambalea hacia un nuevo milenio.

domingo, agosto 30, 2009

Tigre blanco, de Aravind Adiga


Miscelánea Editorial


304 págs.





Lo que digo yo:


Empiezo por la parte menos agradable… lo que no me gustó. Probablemente por el efecto Slumdog Millonaire, tengo algún tiempo de sentirme cansada con el tema India. Me explico: me gusta que las novelas contengan las singularidades del autor que las escribe y que retraten una sociedad concreta. Pero (siempre hay peros) eso significa que o bien los autores indios se quedan con lo que yo veo como estereotipos o, desgraciadamente, es una sociedad que ha pasado a serlo.


Así, la falta de recursos básicos, las castas, la imposibilidad de ascenso social, la invasión de empresas extranjeras para conseguir mano de obra barata… en fin, la pornografía de la pobreza ya empieza a parecerme tema manido y sobado, conocidísimo y sobre el que me gustaría leer otros enfoques, o que se de por sentado el contexto y me cuenten algo más.


Por el lado bueno, reconozco que se trata de una novela bastante entretenida, muy bien escrita y pensada, de estructura ágil, con sentido del humor y desde una voz protagónica que ni se compadece de sí mismo ni se culpa del todo. Este equilibrio de se agradece, la verdad.


Lo que dice la contraportada:


Novela ganadora del Man Booker Prize 2008 Les presentamos a Balram Halwai, alias Tigre Blanco, sirviente, filósofo, emprendedor, malhechor... Durante siete noches, a la luz mortecina de una ridícula araña, Balram nos va a contar su historia. Nacido en una villa en el corazón de la India, trabaja en una tienda de té. Mientras machaca carbón y limpia mesas se va formando un sueño en su cabeza: el de escapar de la orilla del Ganges, en cuyas profundidades se han podrido generaciones enteras. Para ello se traslada a Delhi, donde será contratado como chófer. Mientras los otros sirvientes hojean la última revista de sucesos, Balram empieza a vislumbrar cómo el Tigre va a poder escapar de su jaula. Claro que ¿qué hombre de éxito no se ha visto obligado a derramar un poco de sangre en su camino a la cima? Tigre blanco es una historia absolutamente irreverente, profundamente tierna y, desde luego, inolvidable. Novela de lectura ágil y divertida, que versa sobre la realidad de la India con un punto de vista fresco y atrevido “El mensaje de Adiga no es sutil, ni nuevo, pero la voz sardónica de Balram es cautivadora y sus agudas observaciones del orden social son al mismo tiempo acertadísimas y desasosegantes.” The New Yorker “En muchos sentidos es la novela perfecta. (...) Es muy difícil hallarle algún problema estructural." Michael Portillo, presidente del jurado del Man Booker Prize y escritor británico

miércoles, agosto 19, 2009

El mundo después del cumpleaños, de Lionel Shriver

Ed. Anagrama
704 págs.




Lo que digo yo:


Desde que leí Tenemos que hablar de Kevin, una de mis novelas favoritas, he estado buscando otras cositas de Shriver qué devorar. Guiada por Nür, otra admiradora de Kevin,  decidí leer esta novela. No sé si por el impacto de la novedad o por la maestría de aquel libro, creo que la propia autora debe vivir con la sombra de su novela anterior. Esta no es mejor, incluso diría que no es igual de intensa, pero casi.


Y tiene mérito, mucho diría yo… los mecanismos en algunos aspectos son similares: la autora presenta las dos caras de la moneda, las aristas de sus personajes, las situaciones en que pueden verse forzados a pensar o decidir de una manera u otra. En este caso, lo lleva al extremo y, a partir de un momento concreto, nos va dibujando las variantes de un mismo asunto.


Lo que más me gusta de Shriver es que tiene la capacidad de hablar de los temas “de siempre” o candentes de una forma en que te parece que es novedosa. Y los personajes viven esa situación como si fueran los únicos en el mundo que les ha pasado.


En fin, que me gusta mucho Shriver, es una novelista apasionada, con sentido del humor, detallista, ágil en la construcción… espero con ansias otras novelas suyas. Como Nür, con esta novela constato que es una de mis autoras favoritas.




Lo que dice la contraportada:

Irina y Lawrence son dos americanos que viven en Londres. Desde hace cinco años, el día del cumpleaños de su amigo Ramsey Acton, cenan con él. Irina se compadece un poco de Ramsey, un jugador profesional de snooker, que está solo desde su divorcio –o eso es lo que ella cree–, y siempre ha evitado quedarse a solas con él. Llega el día del cumpleaños, Lawrence, ausente en un viaje de trabajo, insiste en que Irina cene con Ramsey. Ella no tiene ninguna gana, pero van a un refinado restaurante japonés, y después a casa de él. E Irina descubre a un Ramsey desconocido, y lo que iba a ser un encuentro inocuo se convierte en la divisoria de las aguas, en ese instante único en que la decisión que se tome cambia para siempre la vida. Shriver, en un giro inesperado,conduce a los protagonistas de su novela y al lector pordos caminos simultáneos y alternativos, los dos futuros que se abren ante Irina...«Fascinará a cualquiera que se haya preguntado algunavez qué habría pasado si hubiera seguido, o ignorado,uno de esos impulsos que cambian la vida» (Francine Prose, People)

lunes, agosto 03, 2009

Lecciones de abstinencia, de Tom Perrotta

Ed. Salamandra


384 págs.





Lo que digo yo:

Me gusta Tom Perrota, la verdad. Me gusta su criticidad hacia la sociedad estadounidense, pero que podría ser cualquier sociedad cerrada y conservadora. Me gusta el estilo de escritura, de hecho tengo ganas de leerlo en inglés.  Y como tanto me gusta, esta novela la disfruté.


Básicamente se fundamenta en el retrato de uno de esos barrios “bien” que Perrotta prefiere retratar. Poco a poco vamos viendo como la apacible primera mirada se convierte en una crítica detallada de los componentes de esa sociedad, de sus valores y prioridades.


Lo genial del libro (que tampoco es un libro genial, ojo…) es que el autor consigue no hacer demasiado evidente su propia opinión. Es decir, yo sé perfectamente de parte de cuál personaje estaba Perrotta cuando escribió la novela, pero también está claro que te pone a los dos personajes principales bajo la lupa, a ambos. No hay buenos, ni malos… como mucho hay gente razonable, fanáticos, gente con necesidades espirituales que sacia con la religión y gente con necesidades espirituales que mira a otra parte.


Lo leí rápido, lo disfruté… eché de menos más acción, más giros… pero eso ya son puñetas.




Lo que dice la contraportada:

La educación sexual en la escuela en un ambiente cargado de puritanismo es la original propuesta de esta nueva novela de Tom Perrotta, uno de los más interesantes novelistas estadounidenses de la actualidad. Definido como «un Chejov americano» por The New York Times Book Review y aclamado por su maestría para retratar con inteligencia y sensibilidad las aflicciones de la vida contemporánea, Perrotta tiene ya dos novelas trasladadas al cine con éxito, una de las cuales, Little Children —Juegos de niños, publicada también por Salamandra—, mereció tres nominaciones al Oscar.

Recientemente divorciada, madre de dos niñas y mujer independiente y decidida, Ruth Ramsey es profesora de educación sexual en una escuela del imaginario Stonewood Heights, un idílico entramado de casas con jardín cuyos habitantes conviven en un ambiente de tolerancia y moderación. Sin embargo, un comentario casual de Ruth a sus alumnos desata las protestas de los feligreses de una iglesia evangélica local, el Tabernáculo de la Verdad Evangélica, que no tardarán en pedirle a Ruth que cambie el enfoque de sus clases y promueva exclusivamente la castidad. Y por si esto fuera poco, Ruth se verá obligada a plantar cara al entrenador del equipo de fútbol de su hija, el agraciado y carismático Tim Mason, un ex alcohólico que ha reconducido su vida con el apoyo y el consejo del pastor del Tabernáculo. Si en Juegos de niños Tom Perrotta tejía un hilarante relato de vicios privados y públicas virtudes, en Lecciones de abstinencia retrata con gran empatía y sin prejuicios las dos caras de una apasionante controversia, en la que dos personas que creen estar en terrenos irreconciliables descubren las ventajas de no dejarse guiar por las apariencias.

Trilogía de Klaus y Lucas, de Agota Kristof



Ed. El Aleph

448 págs.



Lo que digo yo:
Novela (bueno, son tres unidas...) rara donde las haya. No sé si me dejé llevar por la idea de que dos tiernos gemelitos solo pueden ser protagonistas de una tierna historia donde sólo pasan cosas tiernas y la ternura… ¿me explico, no? Cuestión que esta servidora se puso a leer, con entusiasmo y ganas, la novela de Kristof. A muy pocas páginas de empezar me di cuenta de que no iba de conejos rosas y que si esperaba algo bonito y sereno, la llevaba clara.

Confieso que aún tras reconocer el tono, diferente al que esperaba, me costó bastante adecuarme. Cada palabra malsonante, o más bien cada situación dura y cruda me dio en el hígado con fuerza. Es un libro raro… cuenta las cosas más terribles con cierta inocencia, pero nada como El Niño con el Pijama a Rayas, sino con un ensañamiento absoluto. Me explico: el trasfondo es la guerra, como tantas novelas, pero en esta en particular lo fundamental son los niños, que a su vez no parecen ser inocentes en absoluto, como si la crueldad –traducida en actos de niños –pudiera contagiarse.

De las cosas que me sorprendió más gratamente (y espero que sea de la autora y no del traductor) es el uso del lenguaje… como si fuera una extensión del tema, la autora se dedica a poner la palabra precisa, la menos adornada, la más directa. Eso siempre se agradece, porque pareciera que hubo un interés especial en el cómo contar la historia, y no nada más en el qué se cuenta.


En todo caso… es durilla, pero está bien. Odias y compadeces a Claus, A Lukas, a ninguno, a Cara de Liebre, a la abuela... Te haces un lío con la historia de sus vidas. Intentas armar un solo esquema a partir de los tres libros que la forman. Tratas de inventarte una historia paralela, al menos en mi caso, donde haya conejos rosas y ternura. Y cuando no lo consigues, aceptas que la autora te ganó y te dejó absolutamente agotada. Y eso, la verdad, cuesta mucho sentirlo.

Lo que dice la contraportada:
Este volumen recoge las tres novelas de gran éxito internacional que han confirmado la reputasción de Agota Kristof como uno de los exponentes más provocadores de la narrativa europea. Con la simplicidad sórdida de un cuento de hadas, esta trilogía nos explica la historia de dos hermanos gemelos, Claus y Lucas, condicionados por un vínculo agonizante, que se convierte también en una alegoría de las fuerzas que han separado a Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, de Stieg Larsson

Ed. Destino


752 págs.






Lo que digo yo:

Partiendo de que este tipo de libros son “golosinas”, es decir, que los leo sin pretensiones, tengo que decir que sigue sin decepcionarme la trilogía. Es interesante, fácil de leer, con personajes curiosos, echa mano del suspense, de las relaciones amorosas, del sexo, alcohol y violencia.


Sin embargo, lo que le más me gustó del primero es que tenías que seguir leyendo… y ese elemento quedó atrás en la segunda entrega de Millenium. Realmente no sentí, en ningún momento, que estuviera enganchada. Con el primer libro me pasó de quedarme despierta horas para saber qué seguía; con este me podía ir a dormir tranquilamente.


Uno de los errores que creo que produce ese efecto es que el autor, previendo que los libros puedan ser leídos de manera independiente, explica detalles que los lectores del anterior ya sabemos. Así, aunque sea somero el resumen, me aburre sobremanera que me recuerde cosas que ya sé, y en ese tono de “por si no lo sabías…”. Junto con esto, repite otro detalle molesto del primero, y es que se recrea en los preliminares de la historia. Desde que empiezas hasta sentirte metido en una trama, pasan unas cuantas decenas de páginas.



De todas maneras, parece que lo odié. Nada más lejos de la realidad, lo disfruté y bastante, pero me quedo con la idea de que segundas partes nunca fueron tan buenas. Espero leerme la tercera novela antes de que acabe el verano para acabar de opinar.

Lo que dice la contraportada:

Lisbeth Salander se ha tomado un tiempo: necesita apartarse del foco de atención y salir de Estocolmo. Trata de seguir una férrea disciplina y no contestar a las llamadas ni a los mensajes de Mikael, que no entiende por qué ha desaparecido de su vida sin dar ningún tipo de explicación. Lisbeth se cura las heridas de amor en soledad, aunque intente distraer el desencanto con el estudio de las matemáticas y ciertos placeres en una playa del Caribe.


¿Y Mikael? El gran héroe, Súper Blomkvist, vive buenos momentos en Millennium, con las finanzas de la revista saneadas y reconocimiento profesional por parte de colegas y otros medios. Ahora tiene entre manos un reportaje apasionante sobre el tráfico y la prostitución de mujeres procedentes del Este que le han propuesto una pareja, Dag y Mia.


Las vidas de nuestros dos protagonistas parecen haberse separado por completo, pero entretanto... una muchacha, atada a una cama, soporta un día tras otro las horribles visitas de un ser despreciable y, sin decir palabra, sueña con una cerilla y un bidón de gasolina, con la forma de provocar el fuego que acabe con todo.

miércoles, julio 01, 2009

Saber perder, de David Trueba

Lo que digo yo:


El año pasado me traje este libro a mis tierras. No me lo leí. En diciembre empecé a leerlo. Lo dejé. En marzo lo retomé. En mayo lo perdí (juego irónico, pero real, de la vida, lo supe perder…) y unos días antes de viajar El Hubby lo encontró.


O sea, que si sumamos desde mi primer intento (me salto el viaje transocéanico) me ha costado seis meses acabar con él. Ahora intento explicar por qué:


Tiene una trama interesante, pero resulta que tras 300 páginas te das cuenta que tampoco es una “gran” trama. No es especialmente original, ni tiene giros espectaculares que te dejan boquiabierto.


Es una historia como cualquier otra, así que esto no es su mayor cualidad.


Los personajes son curiosos, típicos pero con un pequeño giro. La adolescente, pero astuta; los padres divorciados, pero se llevan bien; los abueletes cascados de la vida, pero que siguen tirando; el jugador de fútbol, pero culto y visitador de museos. Pero muchas de las ideas, buenas, que tiene, las deja en enunciado. La acción no avanza gracias a los personajes, sino que o ya les pasaron las cosas, o lo que les pasa parece tan poco grave que no genera mucho interés.


Está bien escrito, pero en presente. Así, al menos a mí el entender lo que iba pasando, y el orden en que iba pasando, me pareció un esfuerzo adicional que prefiero no tener que hacer. O sea, el uso de palabras complejas y construcciones rebuscadas me pareció un artificio, y no un estilo asentado de autor. Como si hubiera querida disfrazar de muy profunda una cosa bastante banal. Y que, creo yo, habría estado mejor como banal y punto.


O sea que es un libro decente, pero tan largo que honestamente es mejor ir a otro… o probar con otros de Trueba más cortitos, que es lo que pienso que tendría que haber hecho yo.



Lo que dice la contraportada:



Sylvia cumple dieciséis años el día en que comienza esta novela. Para celebrarlo organiza una falsa fiesta que sólo tiene un invitado. Horas después sufrirá un accidente que significará su entrada en la vida adulta. Su padre, Lorenzo, es un hombre separado que trata de superar el abandono de su mujer y el fracaso laboral. Ariel Burano es un joven jugador de fútbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo español. Con su superdotada pierna izquierda, será cuestión de tiempo que el estadio coree su nombre. Y tiempo es lo que no tiene el anciano Leandro, que vive en esa época donde casi todo se derrumba. Éstos son los cuatro personajes principales de Saber perder. Con las relaciones entre ellos se trenza un relato de supervivientes, de poderosa pegada narrativa y rico en matices. Una mirada capaz de extraer humor y emoción en cada curva del camino, pero que reivindica, por encimade todo, la maravillosa aventura de vivir. Ésta es la tercera novela de David Trueba tras su irrupción con Abierto toda la noche, a la que Der Spiegel definió como «una orgía de carcajadas», y Cuatro amigos, un libro que vive un idilio continuado con los lectores desde 1999.

martes, junio 23, 2009

La carretera, de Cormac McCarthy

Lo que digo yo:

Como no he leído nada más del autor, me cuesta un poco discernir qué corresponde al estilo del autor y qué es del libro. En todo caso, McCarthy te pone un poquito a prueba en las primeras páginas: lenguaje con tintes poéticos, casi cifrado, casi telegráfico. Hay frases cortas, incluso sin enlazar con las anteriores. Sin embargo, una vez superado el shock inicial por el estilo (y viniendo de la lectura de libros mucho más sencillos en construcción), la verdad que te dejas llevar.


Un chico y su padre vagan por los bordes de una carretera. Son dos de los pocos sobrevivientes de algo terrible que McCarthy no explica, pero que tampoco hace falta. La lucha por encontrar comida, aunque es la misma cada vez que les acaban las provisiones, adquiere matices diferentes cada vez. Es decir, cada paso que dan es una prueba de lo difícil que es seguir vivos. Sin ser catastrófica, de alguna manera es una metáfora de la vida.


Hablábamos con el profesor de Escritura Creativa justamente de eso, del acto de supervivencia que significa levantarse cada mañana y llegar al trabajo, o ir a estudiar… de los peligros escondidos detrás de cada esquina y que obviamos, gracias a nuestro automatismo asimilado. McCarthy hace el ejercicio contrario, le da peso a cada manzana medio seca que se comen, a la presencia del “otro” que es siempre una amenaza.


Creo que hay momentos en que exige demasiado del lector, justamente por el estilo… pero no creo que sea negativo, es una opción estética del autor.



En todo caso, vale la pena.



Lo que dice la contraportada:

La carretera transcurre en la inmensidad del territorio norteamericano, un paisaje literalmente quemado por lo que parece haber sido un reciente holocausto nuclear. Un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo un viaje con él. Rodeados de un paisaje baldío, amenazados por bandas de caníbales, empujando un carrito de la compra donde guardan sus escasas pertenencias, recorren los lugares donde el padre pasó una infancia recordada a veces en forma de breves bocetos del paraíso perdido, y avanzan hacia el sur, hacia el mar, huyendo de un frío «capaz de romper las rocas».

She’s come undone, de Wally Lamb

Lo que digo yo:

Primero, y como me pasa tantas veces… el autor nos pone enfrente un personaje-persona. Dolores Price, desde pequeña, tiene sus particularidades, su visión de mundo… La ves con sus defectos de carácter, de comportamiento, con sus fallas tan humanas que esperas encontrártela en el supermercado, con el carrito intentando pasar desapercibida.


Aún con los tópicos de los que el autor echa mano (que no digo cuáles son para no arruinar una posible lectura), hay una profundidad en la manera que las plantea y en cómo las vive el personaje. A veces, como también me pasa con libros apasionantes, quieres meterte en las páginas y ayudarla a decir “te quiero” o a ver a los otros personajes con una lente más amplia que la que ella tiene.


Una de las cosas que más me impactó es cómo te engañan… o no, no es eso, es más bien que el lector es quien debe decidir qué pensar de los personajes. A veces te los muestran desde un punto y luego reconoces que tenías la visión sesgada, a veces piensas una cosa de la protagonista, y al adquirir más datos, lo ves con otros ojos. Es difícil de explicar, en fin, que está súper bien escrito.


A pesar de las 500 páginas del libro, la historia fluye… y se quedan partes ahí ancladas en el estómago, en el corazón… de hecho confieso que al terminar un capítulo hacia la mitad se me salieron las lagrimillas. Eso y hacer reír me parece siempre un logro del autor, uno de esos que cuestan, porque sólo se consigue cuando parece que no lo quieres. O sea, en cine es más fácil y siempre hay una musiquita que ayuda. En las novelas, todo está confiado en las palabras. Y el autor, en este caso, saca matrícula. De lo mejor que he leído en los últimos tiempos.



Lo que dice la contraportada:

She's Come Undone. ""Mine is a story of craving: an unreliable account of lusts and troubles that began, somehow, in 1956 on the day our free television was delivered....""



Meet Dolores Price.She's 13, wise-mouthed but wounded, having bid her childhood goodbye.Beached like a whale in front of her bedroom TV, she spends the next few years nourishing herself with the Mallmomars, potato chips, and Pepsi her anxious mother supplies.When she finally rolls into young womanhood at 257 pounds, Dolores is no stronger and life is no kinder.But this time she's determined to rise to the occasion and give herself one more chance before "really going belly up.
In this extraordinary coming-of-age odyssey, Wally Lamb invites us to hitch a wild ride on a journey of love, pain, and renewal with the most heartbreakingly comical heroine to come along in years.At once a fragile girl and a hard-edged cynic, so tough to love yet so inimitably lovable, Dolores is as poignantly real as our own imperfections."She's Come Undone" includes a promise: you will never forget Dolores Price.

Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza

Lo que digo yo:

Guiada por las risitas discretas de El Hubby me puse a leer este libro, primero a la vez que él -mientras no estaba -y luego ganándole en velocidad para acabarlo. Una especie de diario, a veces por horas, de un visitante a la Tierra. Desde las primeras líneas, el encanto de la novela –fácil de leer y de rápida absorción –está en la mirada extrañada que el protagonista tiene de las cosas más triviales. Una moto que no sabe qué es, un autobús que lo atropella varias veces hasta que aprende que es un peligro… cada cosita de esas que damos por sentadas está cuestionada.


Creo que es un libro perfecto para el verano: ligero sin ser estúpido, de fácil lectura pero con un par de cuestionamientos en medio, con la extensión perfecta para que el recurso que utiliza el autor no se agote.




Lo que dice la contraportada:

Perdido en la Barcelona preolímpica, el extraterrestre Gurb pone al servicio de su supervivencia la extraña cualidad de adoptar el aspecto que le plazca. Se pierde con la apariencia de Marta Sánchez, mientras su compañero alienígena inicia la búsqueda en la jungla urbana. Por su diario personal vamos conociendo las increíbles peripecias de un extraterrestre en Barcelona.

martes, junio 16, 2009

La soledad de los números primos, de Paolo Giordano

Lo que digo yo:

Es un libro bonito. Es lo primero que puedo decir. Me lo leí en dos días, así que también fluye y no se hace pesado.


Está bien escrito, tiene personajes entrañables, con los que te identificas a ratos, a ratos quieres meterte en el libro y darle un par de bofetadas para que reaccionen, con los que sufres e incluso te anticipas a lo que puede pasarles y lo padeces.


Bonito.


Parte de una metáfora hermosa, profunda, muy bien pensada… que se queda en una enunciación sin desarrollo. Lo que sí consigue Giordano es dejar un regustillo de melancolía, de pasos errados que tú, como lector, quisieras corregirles. Melancolía de lo que les pasa y de lo que no se dejan que les pase.


Lo malo… que la verdad que encontré que es bonito, nada más. O sea, me explico… no duele leerlo, al contrario: se disfruta.


Pero… es que es bonito nada más. Deja esa sensación de satisfacción del gozo de una lectura apasionada, pero creo que en un par de años me acordaré sólo de lo que puse aquí. Se me ocurre que el problema es que no aporta nada en el sentido profundo. No es un libro que marque. Eso y que me molestó, lo admito, que el autor crea un par de expectativas que nunca resuelve. Y eso a mí me encabrona. Si hay una parte de la historia que no tengo que saber… ¡ni me la nombres, querido!



En todo caso, lo recomiendo por mono.

Lo que dice la contraportada:

Paolo Giordano se ha convertido, hoy por hoy, en el fenómeno editorial más relevante de los últimos años en Italia. Con tan sólo veintiséis años, La soledad de los números primos, ópera prima de este recién licenciado en Física Teórica, ha sido galardonada con el premio Strega 2008 y ha conseguido un éxito de ventas sin precedentes para una primera novela.


Asimismo, ha despertado un gran interés internacional y será traducido a veintitrés idiomas. Como introducción a esta excepcional novela, dejemos al texto hablar por sí mismo: «En una clase de primer curso Mattia había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.»

Fantasmas, de Chuck Palahniuk

Lo que digo yo:

Había leído un solo libro de Palahniuk antes de este: Asfixia. Rápidamente me di cuenta que es de esos autores que leo, sin mucha dificultad, y que aborrezco y me entretienen a la vez. No en vano tardé varios años en volver a él. Así, con Fantasmas empecé con cierto recelo, esperando encontrarme la fórmula sexo-drogas-rock and roll.


Y bueno, no es eso, aunque sí es un poco vísceras-maldad-personajes decadentes. Una variante, digamos, más o menos acertada.


Me explico: la novela no es exactamente novela. Es más bien un libro de cuentos hilado con una trama más bien patillera.


El autor, no la historia que cuenta, encierra a unos cuantos escritores en potencia. No pueden salir de donde están y se dedican a contarse historias. Ya con esto empecé a enojarme un poco, soy talvez un poco obsesiva, pero una novela es una novela, no unos cuentos pegados con crazy blue. Lo segundo que me molestó es justamente que esta estructura a veces le juega en contra. A él y al lector. Cuando estás enganchándote a una de las historias se acaba y empieza otra. Con suerte la siguiente te entretiene suficiente, pero no siempre lo consigue.


Por el lado bueno, sin embargo, las historias que son interesantes te atrapan. Algunas me quitaron el hambre. Y no es metáfora, dejé de cenar un par de veces por las imágenes que me instaló Palahniuk en el cerebro. Y esa sea probablemente su mayor virtud: lo que cuenta adquiere un peso enorme en la cabeza. Creo que podría contar un par de ellas y con sólo pensarlas suficiente provocarme náuseas otra vez.



Ahora, eso no quita que reclame… la próxima vez, querido Palahniuk, titula el libro como antología de cuentos. No te cuesta nada. Te lo pido por favor.

Lo que dice la contraportada:

Un grupo de escritores acuden, tras leer un anuncio en la prensa, a un retiro para artistas donde supuestamente darán rienda sueltaa su imaginación. Inmersos en un escenario aislado de las preocupaciones mundanas, los escritores llegan dispuestos a escribir su obra maestra. No obstante, la colonia de escritores resulta ser un lugar apartado del mundo, un viejo teatro abandonado, donde la comida, la electricidad y los suministros básicos son bienes escasos. En estas condiciones precarias, los protagonistas comenzarán a escribir historias terroríficas hasta llegar a un grado de maquinación diabólico, y alzarse ante la masa como héroes de una película documental.

viernes, mayo 22, 2009

¿Quién quiere ser millonario? de Vikas Swarup

Lo que digo yo:


Al poquito tiempo de empezar el libro me di cuenta de que no iba a tener problemas de compararlo con la película. Me explico: en la película cogen algunos personajes, la estructura y unas poquitas ideas más y hacen otra historia.


Una vez superado el momento de buscar las diferencias, y aceptado que el libro era otra cosa, tengo que decir que la novela está muy bien. El protagonista cuenta su vida a partir de las preguntas del programa de concursos al que asiste. Descubrimos por un lado su visión de la vida, el optimismo con que lee hasta las situaciones más duras y, por otro, la idiosincrasia del pueblo al que pertenece.


Es un buen libro, entretenido, con buenas historias.



Lo que dice la contraportada:

¿Por qué cree usted que Rama Mahoma Thomas, el protagonista de esta novela, un camarero sin un céntimo de Mumbai, está en la cárcel?: A) por haberle dado un puñetazo a un cliente; B) Por haberle dado un puñetazo a una vaca; C) Por haber robado dinero de la caja; D) Por haber ganado la versión india del programa concurso ¿Quiere ser millonario? Si cree que la respuesta puede ser la D, bienvenido a Dharavi, el mayor suburbio de la India, donde -muchas veces por desgracia- todo es posible. Porque ¿cómo puede ser que un muchacho de dieciocho años, analfabeto y pobre, sepa todas las respuestas del programa concurso más famoso y gane los mil millones de rupias del concurso?


En este caso el azar se alía con nuestro protagonista, y es su propia vida, corta pero intensa, lo que le proporciona las respuestas a través de doce historias que componen una existencia en la que la sórdida realidad se disfraza de Las mil y una noches.

Viajes por el Scriptorium, de Paul Auster

Lo que digo yo:


Me debato. No sé si me gustó el libro o no.


Cuando acabé, de hecho, lo único que dije fue “qué curioso… es un libro… curioso”. Y lo sigo pensando.


Está muy bien escrito, no esperaba menos de Auster, tiene personajes inquietantes, te mantiene interesado. El problema es muy sencillo, el autor –por una razón que desconozco –no resuelve las preguntas que el mismo planteó.


Un hombre encerrado en una habitación, entran y salen personajes, hay un misterio… todos los ingredientes están servidos para un libro magistral, pero no lo es.


Lo de curioso, de hecho, viene porque Auster logra hacer un cuadro de Escher en una novela. Y hasta aquí puedo leer. La pregunta que sigo teniendo en la cabeza es si esto tiene sentido, es decir, el ejercicio onanista puede ser intelectualmente estimulante ¿pero es la novela la mejor forma de reflexionar sobre la novela?




Lo que dice la contraportada:


Un hombre mayor está encerrado en una habitación. No recuerda quién es. Sobre el escritorio ve una pila de papeles cuya importancia no es capaz de descifrar. Ignora que le vigilan: lo que leemos es el informe de los movimientos de este amnésico al que llaman Mr. Blank y de las visitas que irá recibiendo. Una serie de personajes relacionados con su pasado pretenden ajustar cuentas con él. Otros le muestran su gratitud, como la mujer que le cuida, Anna (a quien está unido pese a haberle hecho algo terrible que no logra recordar). Cada visita proporcionará nuevas pistas sobre la identidad y el pasado de Mr. Blank. ¿Quién es realmente Mr. Blank? ¿Cuál es su relación con esos personajes que lo tienen encerrado? ¿De qué lo acusan? Uno de los manuscritos que hay entre los papeles del escritorio encierra la clave de su situación actual. La novela deviene entonces una mise en abyme donde resuenan ecos de las obras de Paul Auster.

Un trabajo muy sucio, de Christopher Moore

Lo que digo yo:

Hice una lista mental de los fallos de “El ángel más tonto del mundo”. Aún así, me entretuvo tanto que decidí darle una segunda oportunidad al autor. Y… la verdad que diría que todos los fallos están trabajados y mejorados. Si en el primero se crean expectativas y se saca recursos de la manga, en esta novela, Moore se cuida de dosificar la información para mantener el interés y para que, aún con los recursos menos inverosímiles, acabemos entrando en el mundo ficticio que plantea.


Y no puedo decir nada más porque no tendría gracia, pero es muy muy divertido.



Lo mejor: la construcción del personaje de la niña. Lo menos currado: algunas partes del final se hacen largas. Pero es altamente recomendable para pasar un buen rato y no cansarse de descubrir el imaginario Moore.

Lo que dice la contraportada:

Charlie Asher es dueño de un edificio en San Francisco, tiene una tienda de objetos de segunda mano y está casado con una mujer guapa e inteligente que lo quiere por ser tan normal. Sí, a Charlie le van bien las cosas... hasta el día en que nace su hija, Sophie. Justo cuando se dispone a irse a casa, ve junto a la cama de su mujer a un extraño que asegura que nadie debería poder verlo. Pero Charlie lo ve y, de allí en adelante, comienzan a suceder cosas muy raras: la gente cae muerta a su alrededor, cuervos gigantes se posan en su edificio y parece que, allá donde va, oye susurros de una presencia siniestra. Sí, Charlie ha sido reclutado para un trabajo desagradable pero muy necesario: la Muerte. Es un trabajo sucio. Pero alguien tiene que hacerlo.

El ángel más tonto del mundo, de Christopher Moore

Lo que digo yo


Moore me parece uno de los autores más intrépidos que he leído. El ángel más tonto del mundo parte de dos situaciones coincidentes graciosas y divertidas: un tipo vestido de Santa Claus se enfrenta a su exmujer, que roba árboles de navidad armada con una pala. Por otra parte, un ángel muy tonto baja del cielo, con la misión de cumplirle un sueño de Navidad a un niño. Pero el autor no se queda en una trama curiosa, sino que también construye personajes llenos de humor.


Lo que pasa es que no hace nada más que eso.


Así, Moore crea en la primera parte una serie de expectativas, que en la segunda parte, no se cumplen. Y esa es una de las cosas que menos soporto en un libro. No me vendas una idea y luego te olvidas de ella... Es decir, para no desvelar nada, es como que yo cuente una historia sobre manzanas y acabe hablando de coches de carrera. Conforme pasaron las páginas las historias me hacían más gracia, pero tengo la sensación de que se descuida el libro.



(Por cierto y para acabar, no es verdad que pueda comparársele con El Curioso Incidente del Perro a medianoche, no tienen nada pero nada que ver).

Lo que dice la contraportada:


Falta una semana para Navidad, pero no todo el mundo es feliz en el pueblecito de Pine Cove (California). El pequeño Joshua Barker necesita con urgencia un milagro navideño. Y no es que esté moribundo, ni que su perro se haya escapado de casa: es que Josh ha visto cómo a Santa Claus le abrían la cabeza con una pala. Ahora solo anhela una cosa: que el viejo barbudo regrese de entre los muertos. Lo que no puede imaginar es que alguien esté escuchando sus plegarias... Aunque no destaque por ser, precisamente, el más listo de los ángeles.
Solo a una mente como la de Christopher Moore se le podría haber ocurrido una historia tan hilarante como esta. Sus novelas se convierten en superventas de The New York Times y se publican en más de una docena de países. El fenómeno de El ángel más tonto del mundo, al que los lectores anglosajones empujaron a las listas de bestsellers de forma progresiva, ha sido comparado con el de "El curioso incidente del perro a medianoche", de Mark Haddon.

domingo, abril 19, 2009

Middlesex de Jeffrey Eugenides


Lo que digo yo

Me gusta cuando de pronto me encuentro con una novela bien hecha. Es decir, que a nivel técnico, puramente formal, ya funciona. Durante muchos trozos de Middlesex tenía la impresión de estar recibiendo una lección de escritura de novelas, una buena lección. Si a esto le sumamos una historia interesante, con personajes de esos que me gustan a mí (los que logro imaginarme hasta cuando duermen), pues la lectura se vuelve placer puro.


Aunque parte de una premisa muy particular, una niña que nace como niño pero es criada como niña (me he liado, es hermafrodita, la crían como chica), la verdad que gran parte de las cosas que cuenta, de los problemas a los que se enfrenta y de las historias que te cautivan no tienen que ver con eso. Es decir, que podría ser una chica cualquiera y muchos de sus conflictos serían los mismos. Con esto quiero decir que el que sea hermafrodita es una excusa para ahondar en algunos temas, pero el autor no cae en la trampa fácil de quedarse ahí.


De esos libros que se gozan, que cuando llega el final hasta te da rabia. Y por supuesto, me pasa lo de siempre con los libros buenos… me da miedo llevarme una decepción y ahora no sé qué leer.




Lo que dice la contraportada

Cal Stephanides es agregado cultural en la embajada de los Estados Unidos en Berlín. Enamorado de una mujer pero temeroso de lo que pueda suceder en el momento de la verdad, cuando caen máscaras, velos y vestiduras, decide, ya en «la mitad del camino de la vida», contar su historia, revelar su secreto. Porque Cal, como Tiresias, ha vivido como mujer y como hombre. Todo comienza en 1922, cuando Desdemona y Lefty Stephanides, los abuelos de Cal, que vivían en una pequeña aldea cerca de Esmirna y pertenecían a la comunidad griega de Turquía, huyen tras la guerra entre estos dos países. Novela galardonada con el Premio Pulitzer 2003

domingo, marzo 29, 2009

La elegancia del erizo, de Muriel Barbery

Ed. Seix Barral


368 págs.




Lo que digo yo

Esta novela puede ser de las cosas más raras que he leído jamás. No por el libro en sí, que es normal, sino por la reacción que me fue provocando. Como dije en el otro blog, lo amé, lo odié, me gustó, no me gustó.


Lo que pasa es que parte de una premisa mal escogida. La noción de dos personas que en apariencia no se corresponden con su inteligencia/ nivel intelectual es muy llamativa, pero creo que requería de un cuidado adicional que la autora no tuvo. Me explico: una nena muy inteligente –al menos en una novela –no debe llamarse a sí misma my inteligente. Lo bonito, pienso yo, sería que sea el lector quien saque la conclusión. Aparte de eso, pienso que la mejor manera de hacerlo es que, aunque esté por encima de otros de su edad, haya vestigios de infancia. Y no los hay.


Pasa lo mismo con la portera. Se supone que tiene un bagaje cultural inmenso… y al final te lo crees porque te lo repiten.


En ambos personajes el crimen de la autora es que no llegan a ser reales. Todo el tiempo yo podía ver un personaje “construido” que escondía los pensamientos de la autora. Es decir, marionetas.  Y encima, le agregamos un nivel de pedantería y de pretensión que apenas si se aguanta. Yo, con perdón, no estoy interesada en lo inteligente que es la autora, menos cuando escribe pidiendo a gritos que se le reconozca.


Por último, el final es precipitado, lo que deja aún más patente que la novela está basada en algunos pensamientos pseudo filosóficos y no en la trama, cosa que únicamente le acepto a Saramago.



Lo que dice la contraportada

En el número 7 de la calle Grenelle, un inmueble burgués de París, nada es lo que parece. Dos de sus habitantes esconden un secreto. Renée, la portera, lleva mucho tiempo fingiendo ser una mujer común. Paloma tiene doce años y oculta una inteligencia extraordinaria. Ambas llevan una vida solitaria, mientras se esfuerzan por sobrevivir y vencer la desesperanza. La llegada de un hombre misterioso al edificio propiciará el encuentro de estas dos almas gemelas.


Juntas, Renée y Paloma descubrirán la belleza de las pequeñas cosas. Invocarán la magia de los placeres efímeros e inventarán un mundo mejor. La elegancia del erizo es un pequeño tesoro que nos revela cómo alcanzar la felicidad gracias a la amistad, el amor y el arte. Mientras pasamos las páginas con una sonrisa, las voces de Renée y Paloma tejen, con un lenguaje melodioso, un cautivador himno a la vida.

Combate de negro y perros, de Bernard-Marie Koltès

Lo que digo yo


Siempre me debato entre reseñar las obras de teatro que leo o no hacer nada con ellas. De hecho, el 90% de las veces no las reseño.  Esto viene por dos motivos, lo primero es que a veces pienso que pertenezco al bajísimo porcentaje de la humanidad que lee teatro y, segundo, estoy convencida de que el teatro es para verse, no para leerse y recomendarlo tiene trampa. Pero, dado el estilo bastante cercano a la novela de Koltès, me atrevo a hablar de esta obra en concreto. Había leído algunas otras del mismo autor y me ha gustado mucho esta. Es decir, creo que debe ser genial verla en el escenario. Leída… pues… el estilo es impecable pero el tema empieza a cansar: África, noción de europeos como civilizados puesto en duda, parajes donde el ser humano se convierte en muchas cosas… yo qué sé. Quiero verlo escenificado, ya está, es eso.

Oración por Owen, de John Irving

Ed. Tusquets
515 págs.

Lo que digo yo

No es secreto que Irving es uno de mis autores favoritos, así que asumo que puedo ser un poquito más subjetiva de lo normal cuando se trata de sus novelas. Sin embargo, en este caso, me esperaba una novela pastelosa y estaba dispuesta a asumirlo, pero me llevé una grata sorpresa.


Es decir, tiene algo de pastelosilla pero el autor se encarga de contrarrestarlo antes de que llegue a niveles inaguantables. Los personajes son geniales, como me pasa usualmente con los suyos, los ves enteros, cada inflexión de voz, cada manera de moverse. Probablemente es por eso que siempre vuelvo a Irving, de alguna manera siento como “verdad” lo que cuenta.


Y de nuevo, muy en su línea, te mantiene interesado en una trama que tampoco es nada del otro jueves, pero que te obliga a seguir leyendo. Muy recomendable.




Lo que dice la contraportada

John Wheelwright, un hombre maduro, anglicano, recuerda a su amigo de infancia, Owen Meany, un extraño niño enclenque y bajito, de voz quebradiza y una excepcional capacidad de predicción, con el que jugaba al béisbol.

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