domingo, abril 19, 2009

Middlesex de Jeffrey Eugenides


Lo que digo yo

Me gusta cuando de pronto me encuentro con una novela bien hecha. Es decir, que a nivel técnico, puramente formal, ya funciona. Durante muchos trozos de Middlesex tenía la impresión de estar recibiendo una lección de escritura de novelas, una buena lección. Si a esto le sumamos una historia interesante, con personajes de esos que me gustan a mí (los que logro imaginarme hasta cuando duermen), pues la lectura se vuelve placer puro.


Aunque parte de una premisa muy particular, una niña que nace como niño pero es criada como niña (me he liado, es hermafrodita, la crían como chica), la verdad que gran parte de las cosas que cuenta, de los problemas a los que se enfrenta y de las historias que te cautivan no tienen que ver con eso. Es decir, que podría ser una chica cualquiera y muchos de sus conflictos serían los mismos. Con esto quiero decir que el que sea hermafrodita es una excusa para ahondar en algunos temas, pero el autor no cae en la trampa fácil de quedarse ahí.


De esos libros que se gozan, que cuando llega el final hasta te da rabia. Y por supuesto, me pasa lo de siempre con los libros buenos… me da miedo llevarme una decepción y ahora no sé qué leer.




Lo que dice la contraportada

Cal Stephanides es agregado cultural en la embajada de los Estados Unidos en Berlín. Enamorado de una mujer pero temeroso de lo que pueda suceder en el momento de la verdad, cuando caen máscaras, velos y vestiduras, decide, ya en «la mitad del camino de la vida», contar su historia, revelar su secreto. Porque Cal, como Tiresias, ha vivido como mujer y como hombre. Todo comienza en 1922, cuando Desdemona y Lefty Stephanides, los abuelos de Cal, que vivían en una pequeña aldea cerca de Esmirna y pertenecían a la comunidad griega de Turquía, huyen tras la guerra entre estos dos países. Novela galardonada con el Premio Pulitzer 2003

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...