jueves, abril 26, 2007

Mis libros favoritos

Siempre he leído mucho, de hecho, de chiquita me subía en sillas y muebles para sacar libros de la biblioteca de mi papá. Una de las anécdotas divertidas por esa costumbre es que saqué “Rayuela” de Cortázar con ocho años, engañada por el nombre pensé que era para niños… y ¡oh sorpresa, no pasé de las primeras diez páginas! Tal fue el trauma que aún no he conseguido leerme dicho libro, aunque lo tengo nuevito y hermoso en mi estantería. También leía a oscuras, iluminada con el alumbrado de la calle, después de que me mandaran a dormir: gracias a esa práctica tengo miopía y astigmatismo en grados superlativos (eso y las horas que me paso frente al ordenador).

Para mí, uno de los misterios de la lectura es el qué te atrapa. No sé definirlo ni para mí misma, de un libro puede ser el estilo, de otro la fluidez, de otro más la historia o las reflexiones. Repaso mi lista de libros favoritos aunque está coja y manca porque por ejemplo no listo las obras de teatro que me encantan, y veo que le falta gente que me ha cautivado pero me niego a aceptar como favorito (o no, como con L. Etxebarria o Jaime Baily, en realidad es que me gustan y me entretienen como escritores pero no tengo UN libro favorito suyo) o que permanecen libros que ahora no me dicen nada, pero que en el momento se ganaron su puesto a pulso.

En fin, contra el olvido de los que me han quedado, esta es mi lista de libros favoritos desde más o menos el año 2000 y hasta hoy, 26 de abril del 2007. Es un orden aproximadamente cronológico por momento de lectura.

-Como agua para chocolate (Laura Esquivel)
-Delirio (Laura Restrepo)
-Mañana en la batalla piensa en mí y Corazón tan blanco (Javier Marías)
-La insoportable levedad del ser (Milan Kundera)
-Ensayo sobre la ceguera/lucidez y El evangelio según Jesucristo (José Saramago)
-Historias de Cronopios y de Famas (Julio Cortázar)
-El Lector (Bernard Schlink)
-Mr. Vertigo (Paul Auster)
-Los renglones torcidos de Dios (Torcuato Luca de Tena)
-Windows on the world (Frederic Beigbeder)
-Desde mi cielo (Alice Sebold)
-El mundo según Garp/La cuarta mano /Una mujer difícil (John Irving)
Gráficos:
-Todo Mafalda
y Esto no es todo (Quino)
-
Viviendo del cuento y El Arte, conversaciones imaginarias con mi madre (Juanjo Sáez)

¿Cuáles podrían entrar en la lista si los leyera? ¿Recomendaciones, listas personales? ¡Todo es bienvenido!

Ps. Por cierto que si alguien tiene curiosidad por los últimos libros que he leído, hablo de ellos aquí. :-)

Ilustraciones: Dorling Kindersley y Stockbyte

miércoles, abril 25, 2007

Niña Bonita y sus preguntas


Tengo dos jefas en la tienda. La encargada, a quien llamaré “Niña Bonita” y la segunda, que le diré “Jefa Cool”. Las dos son simpáticas, como todas las que trabajan ahí, pero tienen diferencias estructurales que hacen que a una la adore y a la otra le tenga tirria.

Niña Bonita parece de esas chiquillas que, puestas en un cargo de responsabilidad, necesitan dejar patente y claro que son las que mandan. La Jefa Cool, seguro porque no termina de ser la que responde por todo, es más tranquila.

Niña Bonita me vigila, literalmente, todo el rato que trabajo. Pero eso no es lo peor, si no su forma de decir las cosas. Por ejemplo, en vez de decirme “tienes que estar cinco minutos antes de que empiece tu turno” me dice “¿qué hora es?”, yo le digo la hora y ella me dice “tendrías que estar ya en tu puesto de trabajo” con un mal modo horroroso (nótese que era en punto mi hora de entrada y al día siguiente ella misma llegó 45 minutos tarde… hablando de dar el ejemplo). Hoy, por vez número ochenta desde que entré perdí la calma con Niña Bonita:

Niña Bonita: Denise, súbeme un cesto de ropa con lencería.
Denise: Vale. (Me fui repitiendo “lencería” para no olvidarme. Llené el cesto y lo subí).
Niña Bonita: ¿Qué es esto?
Denise: Un cesto con ropa.
Niña Bonita: ¿Pero con qué ropa?
Denise: Con lencería.
Niña Bonita: ¿Qué te dije?
Denise: “Súbeme un cesto de ropa con lencería”.
Niña Bonita: No, dije con corsetería, corsetería, Denise, bragas, sujetadores… ¿esto es corsetería?
Denise: No.
Niña Bonita: ¿Entonces para que lo subes? Esto es para alarmar abajo. Súbeme un cesto de ropa con corsetería.

Y yo digo… aunque sea cierto que dijo “corsetería”, ¿no sería más sencillo, menos humillante y más rápido que me dijera “era corsetería, seguro escuchaste mal” y punto? Siempre sigue ese patrón de hacer preguntas en las que uno se sienta estúpido para llegar a su argumento. Niña Bonita me trata como si fuera imbécil si no sé perchar un sujetador, el otro día se enojó porque no reconocí a una yonqui (que por cierto era la mejor vestida del mundo, no la típica drogadicta andrajosa), me da órdenes distintas y como no me dice qué urge más, yo las hago en el orden que me lo dijo, pero ella se enoja porque “esto hay que hacerlo ya”. En fin, que la Niña Bonita me regaña por cosas que no me ha explicado antes… es una pesadilla tenerla de jefa. Lo peor es que cada vez que se me acerca me pongo nerviosa y la cago. O me dice algo y yo me quedo con un nudo en la garganta porque me siento impotente y subestimada. Juzga antes de preguntar.

La Jefa Cool, en cambio, me indica todos los errores que cometo y hasta me cae bien cuando me los dice. Me pide las cosas directamente, es decir “Denise, fíjate bien cuando perches porque un par de sujetadores estaban al revés”. Cuando trabajo con la Jefa Cool estoy de buen humor y soy más eficiente. Pero La Jefa Cool no es “LA JEFA” y me temo que a Niña Bonita no termino de convencerle… veremos dentro de dos semanas si me aguanta o no más allá del mes de prueba.

Honestamente... No sé si quiero que me aguante.


Foto: Dirk Anschutz

lunes, abril 23, 2007

Mis regalos de Sant Jordi

Hoy es mi festividad favorita de España... aunque se trata de una celebración catalana, yo tengo planeado exportarla a Costa Rica aunque sea a pequeña escala, cada 23 de abril haremos una fiesta con los amigos para intercambiarnos libros y rosas. Sobre hoy, la verdad que quisiera que fuera libre y poder andar todo el día por ahí, viendo libros, gente, escritores firmando con cara de leche agria, otros sonrientes: algunos decepcionados por la poca gente que llega a verlos. Este año no puedo hacerlo, pero no por eso me gusta menos.


Mis regalos de Sant Jord
i son estos:


Cosmofobia, Lucía Etxebarria



Demasiada nieve alrededor
, Javier Marías



Las pequeñas memorias, José Saramago




y una de estas:





¡Feliz día!

jueves, abril 19, 2007

Amor en silencio.

Buenos días, doctor. ¿Qué tal durmió? Me alegro... yo quería comentarle algo ¿ve que tengo aquí como rojo? No, no es alergia, es que me pasé toda la noche con la mano en el pecho, según yo por si me daba un infarto. Como un peso. Bueno no, no me duele. Es más adentro, doctor. Revise bien… ¿está seguro? Meta la mano, sin vergüenza, doctor, somos de confianza. Usted tantee. Use ese aparatejo, el etestocopsio… ay, mi madre, ya se me enredó la lengua; o como dicen en mi pueblo “es que se me lengua la traba”, ja ja ja.

¡Hoy sí que está serio! Ya, disculpe, sí, entiendo…

¿Sabe cómo qué es? Como cuando me duermo boca abajo y al principio me cuesta respirar… Ya sé que usted me dijo que no durmiera así, pero es que si no me siento taaan sola. Por lo menos así abrazo a la almohada, doctor.

No, no, no, no, nada de eso, no señor, no me mande ninguna receta, la última vez me destrozó el estómago con la cosa aquella, esa que es para las inflamaciones y ¿sabe qué? prefiero no seguir experimentando. No, doctor, no, es que usted como que se aprovecha de que no sé mucho y me usa de… ¿cómo es que dicen, como rata de…? ¡Sí, de eso, de conejita de indias! Bueno, será la única conejita que puedo ser, porque de pleiboi ya ni sueño, ja ja ja. ¡Se imagina, doctor, yo en pelotas! ¡A la quiebra se va la revista esa! Aunque se lo merecerían, por cochinones. ¿Usted ha visto las cosas que sacan, doctor? Jueemialma, es que las chiquillas que salen ahí son cosa seria… ¿YO? ¡Me ofende, doctor! ¡Uno de mis nietos que dejó una perdida en mi casa! ¿Cómo se le ocurre que yo voy a comprar esa basura? ¡Dios me libre! Y la vi por puro error, tampoco crea que me gustan esas cosas. Viejas chingas, ay no.

Sí, sí, perdone. Me distraje. ¿Así o más profundo? Ah, el aire para afuera despacito, entonces.

No, no haga loco, como dicen los chiquillos. No, doctor, gracias: le tengo manía a los sicólogos. No, no, no, a nivel personal no. Tengo tres o cuatro amigas que se dedican a eso, hasta la esposa de mi hijo se puso a estudiar eso y sí, es interesante, sí, pero ¿qué quiere que le diga, doctor? No es nada personal… es que no creo que me entiendan. Para mi gusto simplifican algunas cosas y le juro por la virgencita del Carey que yo no quiero tener un pene.

¡Ay, perdón! Qué vergüenza con usted, pero es que aquel, el Froid decía eso, que las mujeres queríamos una piringolilla y yo no… ay, Jesús, que nooo. Si hasta miedo me daría, esa bicha se manda sola. Imaginese, ja ja, yo por ahí con ese colgajo entre las piernas... ¡ya no estoy yo para esos trotes!

Ya ya.

¿Que estoy cómo una flor? ¡Ay, doctor, usted si que es bueno! ¿sabía que usted es el único que me suelta piropos? Ay, doctor, si le he dicho mil veces que mi marido ya ni habla, duerme en otra cama y todo, es que ya no somos ná de ná. No, ni conmigo ni con nadie. Pero no hablemos de él, qué aburrido...

Ya no lo distraigo. ¿Reposo? Pero si es lo único que hago, reposar... ya, está bien, yo le hago caso en todo lo que usted diga. Bueno, ya me voy. Me saluda a su esposa… tan guapa ella, así, jovencita…

Doctor, sólo una preguntita… ¿a usted le gusta Marco Antonio Solís, el Buki? ¿no ha oído esa canción que dice "veo del mundo lo bello y lo cruel hay palabras que rompen mi hiel, pero donde existe el dolor, siempre hay una semilla de am..."? No, no, por nada.

Gracias, doctor, usted también, que tenga un buen día. Hasta mañana. Que Dios me lo bendiga.



Ilustración: variante de la original de Madboxcom


miércoles, abril 18, 2007

Sueños de novia neurótica VI

Hace meses no me pasaba… pero esta noche mi subconsciente se lució.

Yo llegaba a la iglesia y estaban varias mujeres con bolsas de tiendas, una de ellas tenía mi vestido de novia. Me dijo que me apurara, salí corriendo a un vestidor, me di cuenta de lo de siempre: no estaba maquillada, estaba super despeinada, mis zapatos eran un desastre. Igual me puse el vestido y cuando estaba en esas, se me ocurrió ver una hoja informativa sobre las bodas de ese día (al parecer habían otras siete u ocho) y decía “17/04 a las 11:35 am”.


Pánico, estupor, histeria.

Eran las 2 p.m. Había llegado tarde a mi boda. Para empeorar la cosa, al pie de página decía “Esta fecha y hora es obligatoria, en caso de perder su cita, no podrá pedir otra fecha antes del 29/09”. Saqué cuentas con los dedos, me entristecí… ¡yo quería casarme ese día! Pero entonces me acordé de que ni siquiera había mandado las invitaciones…

Me fui a mi casa (bueno, aparecí en mi casa cinematográficamente, aunque sin una buena elipsis) y mi mamá estaba cocinando mientras una amiga suya le contaba que se había vuelto evangélica y me intentaba soltar el rollo. Me iba a “mi cuarto” a recortar fotos de novias de revistas. Necesitaba bañarme y mi hermana no salía de la ducha, cuando le pedí que lo hiciera gritó “estúpida, déjeme en paaaz”. Mi mamá no le dijo nada, para entonces yo estaba muy cabreada. Llegué al baño finalmente, me miré en el espejo y me estresé porque tenía el pelo muy largo y despeinado. Pensé “¿cómo me voy a casar así?”. Me eché a llorar.

Supongo, con esto, que la segunda escena fue la primera pero mi narrador cerebral decidió contarlo al revés.


Hablando de sueños y aunque no venga mucho al caso… hace como dos semanas –y por primera vez en mi vida –soñé con créditos finales, como los de la películas. Yo estaba manejando un carro, mi visión se iba alejando a vuelo de pájaro mientras se escuchaba la canción “I can see clearly now, the rain is gone (…) it’s gonna be a bright, bright, bright sunshing day”. Se hizo un fade out a negro y yo pensé “ah, ya me puedo despertar, ahora ponen los créditos del sueño”.

Ja. Ojalá mis sueños de novia neurótica tuvieran créditos al final, así sabría que puedo estar en paz porque es solo un sueño. Los sigo padeciendo...


Ilustraciones: la primera la saqué de Gettyone, la segunda es de Julianne Walker

lunes, abril 16, 2007

Una mujer difícil, John Irving

Lo que digo yo:
A riesgo de repetirme, tengo que decir una vez más cuánto me gusta John Irving. Es de los escritores más ágiles que he leído jamás, sabe contar las historias de manera amena, ingeniosa, cuidada. Te deja sacar tus propias conclusiones, hace con las reglas de la novela lo que quiere: y funciona.
Como si fuera poco, este libro está escrito con una maestría impresionante, la de un tipo que –muy en su línea –cuenta historias que normalmente los novelistas no se atreven a contar, porque suelen ser excesivamente dramáticas. Pero como él es un genio, mezcla el drama con lo cómico y lo patético y de ahí sale un cóctel maravilloso.
Me declaro fan absoluta y convertida al Johnirvingismo. Si no existe ya, me declaro entonces fundadora.

Lo que dice la contraportada (Ojo, no leer lo que sigue si no se quiere saber la trama COMPLETA)
Nacida para sustituir, en cierto modo, a sus dos hermanos muertos en un accidente, Ruth Cole vive una infancia especial cuando su madre, Marion, abandona el hogar tras una tórrida aventura con un jovencito. A sus treinta y seis años, Ruth se ha convertido en una escritora de éxito y, pese a sus personalidad compleja, cuatro años después no sólo se ha casado, sino que tiene un hijo, enviuda y, por si fuera poco, se enamora por primera vez.

Tras el fin de semana

Este fin de semana fue muy movido. Estaban por Barcelona los papás de Fernan, es que el sábado era el cumpleaños de la tía K y hubo una fiesta. Aparte de hartarme de salmón marinado y gambas noruegas (AMO LAS GAMBAS, LAS AMO, LAS AMO), tuve el chance de conocer a otra parte de la familia de mi futuro. Molt be, la verdad, son gente muy agradable y me siguen tratando con naturalidad y cariño.

Ayer fuimos a cenar con mis suegros, entre otras cosas les dijimos que pretendemos irnos a vivir a Costa Rica eventualmente -por no decir a principios del 2008- y se lo tomaron muy bien. La mamá de Fernan lo resumió de la forma más tierna. Dijo que encontrar alguien con quien uno se completa es un regalo, que hay que cuidarlo y aprovechar la suerte... que ella quiere que seamos felices y si lo podemos ser en Costa Rica, ella se alegra por nosotros.

Y hoy empecé a trabajar en una tienda de pijamas y ropa interior, se llama Oysho. No, no es mi trabajo de los sueños, pero estoy decidida a seguir escribiendo y haciendo otras cosas, pero a la par, a tener un trabajo que me permita ahorrar. Además, me dan vacaciones en agosto para ir a casarme (muy importante) y cuando vuelvo sigo teniendo el trabajo. Así que soy la vende-braguitas de nylon (cien puntos para el que sepa la referencia de "braguitas de nylon", menos Murasaki y Mignonne, ¡tramposillas!)

Así, el catalán queda temporalmente suspendido, pero mi cuenta corriente agradecerá menos alimento intelectual y más del que compra billetes de avión.

miércoles, abril 11, 2007

Las vueltas que da la vida

Cuando llegué a Coruña en octubre del 2004, me topé con la sorpresa de lo que significa compartir piso. Hasta entonces había vivido bajo el ala de mi mamá gallina, aguantando cosas normales en una casa de cuatro adultos. Pero de repente estaba en otro país, en un piso horroroso y lúgubre y viviendo con dos completas extrañas (luego nos pasamos a uno hermoso y grande, con vistas de Coruña y del puerto y nos conocimos mejor).

Al principio no terminaba de acomodarme con ellas, pero menos con K porque de entrada puede resultar un poco curiosa. Me explico: si no sabe qué decir, se te queda mirando un minuto mientras piensa y se estira el labio inferior con la mano, ahorra hasta el extremo de ir caminando distancias enormes, es obsesiva con que se apaguen las luces, puede matar a quien tire comida o deje que algo se pudra. Para mí, el tener a alguien tan diametralmente opuesto fue complicadísimo. Un mes después de vivir juntas, exploté. Grité y grité y grité. Mi otra compañera de piso, L, intentaba calmarme mientras yo iba montando en rabia. K me miró, no me dijo nada... cuando dejé de gritar se acercó, me abrazó y se cercioró de no soltarme hasta que relajé los músculos y le devolví el abrazo. Me cambió la percepción de todo. Gracias a ese abrazo entendí que esa vida que empezaba era otra, donde mis berrinches eran mi problema y donde tenía que abrir mi mente. Ya no estaba en MI casa, estaba en una casa compartida por la que teníamos que ver las tres. Y entendernos.

Con el tiempo logré entrar en su mundo, que se reserva muchísimo de mostrar a los demás, o la gente no suele tomarse el tiempo de investigarlo. Aprendí que si piensa qué decir es porque le pasan mil ideas por la cabeza y le gusta analizar hasta la cuadratura del círculo. Que apaga las luces porque no soporta el desperdicio (de nada, ni de electricidad, ni de comida, ni de tiempo) y que su obsesión por ahorrar se explica en dos: no es consumista y si puede pagar menos por algo, lo hace y segundo, ha pasado muchas penurias económicas en su vida y sabe lo que le cuesta ganarse su salario.

De ella aprendí tantas cosas que no me bastará la vida para sorprenderme. Es una mujer justa y bondadosa con quienes aprecia. Y sobre todo, fue mi principal compañía por un año y medio. K y L terminaron siendo como mis hermanas, entraba a mi casa deseando verlas, almorzar juntas, tirarnos en la sala a ver tele los sábados... llegué a sentir la necesidad física de los abrazos de las chicas, la satisfacción de estar tan locas como para dormir la siesta las tres juntas, acostadas de medio lado porque si no no cabíamos en mi cama individual. Las extraño cada día porque fueron mi bastón. Y más las echo de menos cuando entro a mi casa y veo a mis propias compañeras de piso... una es simpática y dulce, pero no pasamos de conversaciones ocasionales. La otra... sin comentarios, tenemos año y medio de compartir techo y no nos sabemos ni el apellido de la otra. Cuando se comparte piso, ese grado de cercanía que logramos L, K y yo, es una suerte. Sobre todo porque al principio nadie hubiera dado ni un cinco por semejante triunvirato.

Esas son las vueltas que da la vida. Dos personas que jamás habrían sido parte de mi existencia ahora son importantes. En la boda de L lloré de emoción, como lo haría por mis amigas de siempre y nunca voy a olvidar del nudo en la garganta y el pecho apretado en diciembre del 2005, cuando la última persona de la que me despedí fue de K antes de venirme a Barcelona. Sé que eventualmente perderemos cercanía, el día que me vaya a CR tendré que pensar que las veré poco o nada durante años, pero las voy a llevar siempre en mi corazón.

Fotos: la 1era la sacó mi amigo F, de Coruña, en la boda de L.
La segunda la sacó Fernan, mi novio, la semana pasada que estuvo
K por Barcelona :-)

martes, abril 10, 2007

Cuentos de novia


Como hace días no cuento nada de la boda, es decir, de las neurosis típicas de la novia… pues toca.

Por jugar, Fernan y yo nos pusimos a intentar ordenar a la gente en las mesas para la fiesta. ¿Dónde sentamos a Fulano? ¡Con Sutano! No, mejor con Perencejo... Primer desastre, lo dejamos unos minutos después sin conclusiones. Ya sabemos que hasta un par de días antes mejor ni hacerlo, porque no tendremos la lista definitiva de invitados, pero el haber probado la dificultad de sentar a la gente es un poco estresante.

Segundo punto complicado… yo le había pedido a una amiga que fuera mi madrina de bodas, lo hice hace más de ocho meses y porque estaba convencida de que eso quería. Han pasado algunas cosas –en su vida, en la mía, en las de las dos en conjunto –y aunque seguimos siendo amigas, la verdad que ya no me nace que cumpla ese papel. Pero, el caso es que si soy sincera y le pido directamente que no lo sea, estaré echándole un poco de tierra más a la montaña que nos hemos ido creando y que por lo menos por mi parte intento derrumbar antes de que sea infranqueable. Por la otra parte, si por no caer mal o “cuidarla” dejo las cosas así, me voy a sentir incómoda. Tampoco sé qué hacer.

Tercero y final. Una nota hermosa… la tía de Fernando nos va a regalar el vestido y el traje… ¡nos salvó la vida! Bueno, no solo ella, porque últimamente solo recibimos muestras de cariño de la gente cercana. Tenemos dos amigos que –además de alistar viaje a Costa Rica desde Barcelona –nos dieron un regalote, que significó completar lo de los billetes de avión. Me emociona mucho sentirme querida, es que me da igual si es un abrazo o unos billetes, lo hermoso es darse cuenta de que aquí también tengo brazos que me sujetan y oídos atentos.

A veces, y con estas cositas, me siento en casa.


Ps. He aquí una auto-foto de mi casi marido y yo :-)

martes, abril 03, 2007

Lluvia


Odio la lluvia, me moja hasta el alma. En serio, los días grises -más si se siguen unos a los otros sin tregua, como ahora- me dan ganas de enrollarme en las mantas y no salir. Me dan ganas de no comer, de no ducharme, de no leer... me dan ganas de desaparecer, como en acto de magia, hasta que el sol vuelva a salir.
Ayer llovió, hoy también, no ha salido el sol ni por 5 minutos ¡ya está bien! ¿no?



Foto: Dennis C.

lunes, abril 02, 2007

Beyoncé y Shakira

A veces entiendo a los hombres... estas dos son demasiado demasiado DEMASIADO guapas, al menos en este video estan matadoras! :-)

Feliz Semana Santa!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...