viernes, enero 08, 2010

Atmospheric disturbances, de Rivka Galchen

Lo que digo yo:


A veces un libro te ofrece la luna y luego te da una piedra. En una metáfora bastante acertada de El Hubby, es como que los últimos diez segundos del Carmina Burana fueran sustituidos por un “chin- pún” estrepitoso. O como que en una película como Kill Bill al final Kiddo se casara con Bill y fueran felices y comieran perdices.


Pero vamos al principio. Durante 230 de las 240 páginas, la autora es genial. Le da vida a un personaje muy curioso, un psiquiatra que de repente padece el Síndrome de Capgras. Este síndrome, básicamente, hace que el paciente no pueda reconocer a una persona, normalmente muy cercana, y que esté convencido de que quien lo reemplaza es un impostor. Genial idea para empezar.


A partir de ahí, la autora tiene la maestría de llevarte –desde el punto de vista del protagonista, el afectado –por los caminos que sigue para intentar desentrañar el misterio. A pesar de que ves su punto de vista, en realidad entiendes que está fatal de la cabeza. Y sientes pena por quienes le rodean. Quieres que se ponga bien, o que la autora lo resuelva de una manera ágil, tan ágil como el propio planteamiento.


Y es una lástima, de verdad… porque ella misma echa a perder las 230 páginas anteriores. El final es tan absolutamente nefasto, abrupto y facilón que acabas pensando que el libro es malo. Y no lo es, pero eso, queriditos, nos muestra lo delicado de terminar una historia.


Una lástima que una joya haya terminado siendo una pelusilla.



Lo que dice la contraportada:


Imagine what it might be like to realize that the person you love is, in fact, not the person you love but a doppelgänger: or, what Leo Liebenstein coolly terms a "simulacrum" of his wife Rema at the outset of Atmospheric Disturbances. David Byrne's infamous cry that "this is not my beautiful wife" seems the most likely response, but Leo's reaction to this sea change takes unpredictable and dazzlingly plotted turns in the story that follows. Leo's journey to recover the "real" Rema is nothing short of byzantine; among its many mysteries is the delightfully inscrutable Dr. Tzvi Gal-Chen, a master meteorologist who in cleverly constructed flashback sequences takes up residence in the daily rhythms of Leo and Rema's marriage and becomes as much a focus of Leo's obsession as his wife's whereabouts. (Think Vertigo but directed by Charlie Kaufman.) Make no mistake: this is dizzying debut fiction, bursting at the spine with beautifully articulated ideas about love, yes, but also--and with maddening resonance--about the private wars love forces us to wage with ourselves. Be sure to keep a pen or pencil handy: it's impossible to resist underlining prose this good.

lunes, enero 04, 2010

La llamada de la naturaleza, de Jack London

Lo que digo yo:

Tras varios intentos de El Hubby, decidí darle una oportunidad a Jack London. Y es que tengo una confesión que hacer… los libros de autores nacidos antes de 1900 me dan no sé qué… sé que es prejuicio, pero soy un poco perezosa para los clásicos. A mí todo lo que esté fechado de los años 60 para acá me parece apetitoso. Lo demás me cuesta mucho más.

Creo que también tiene que ver con la poca especialización que parecían tener los traductores hace unas décadas… y este es el caso de este libro. Es un libro hermoso, en verdad que sí, pero si me lo leí fue porque El Hubby se lee cerca de 70-80 novelas al año y jamás me ha decepcionado con sus reomendaciones.

Cuestión que si hay que leerlo, mejor en idioma original. Y en su defecto, hay que huir a toda prisa de las de Alianza… es la 3era que leo y que te mueres del asco de cómo la han traducido (las otras dos Mrs. Dalloway y El Lobo Estepario).

En resumen, un libro precioso que casi muere asfixiado por unos traductores sin vergüenza.

Lo que dice la contraportada:

El protagonista de esta historia se llama Buck, pero no es una persona, es un perro, un cruce San Bernardo y pastor escocés propiedad de un rico juez californiano. En una finca espaciosa y soleada pasa sus días feliz y tranquilo hasta que lo raptan para utilizarlo como perro de tiro en el norte de Canadá. Así que pasa del sol y la buena vida, al frío y las penurias del trabajo duro. Tendrá que aprender rápido y recuperar instintos perdidos (la llamada de la naturaleza ancestral), si quiere sobrevivir.

Maldito karma, de David Safier

Lo que digo yo:


Dichosamente para mí, medio leí la contraportada… de hecho la miré un poco, pero no seguí. Así que algunas de las cosas que ya se desvelan ahí, a mí me llegaron de improviso. Y digo dichosamente porque me maté de la risa con las ocurrencias del autor.


Desde la página uno tienes claros a los personajes, desde esa misma página tienes una sonrisa en la cara y no tardas en echar algunas risillas. No es un libro que pretenda pasar a los anales de la literatura como un tratado filosófico, sino entretener. Y eso lo hace con creces.


En mi caso, serán las vacaciones o el libro es gracioso, pero las risas fueron abundantes.


Memorables los momentos de conejito de indias y la conversación araña-hormiga. Y hasta aquí puedo leer.

Lo que dice la contraportada (leerlo bajo propia responsabilidad)


...


..


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Una desternillante novela sobre el secreto de la felicidad que ya ha hecho reír a un millón de lectores en Alemania.


La presentadora de televisión Kim Lange está en el mejor momento de su carrera cuando sufre un accidente y muere aplastada por el lavabo de una estación espacial rusa. En el más allá, Kim se entera de que ha acumulado mal karma a lo largo de su vida: ha engañado a su marido, ha descuidado a su hija y ha amargado a cuantos la rodean. Pronto descubre cuál es su castigo: está en un agujero, tiene dos antenas y seis patas… ¡es una hormiga! Kim no tiene ganas de ir arrastrando migas de pastel. Además, no puede permitir que su marido se consuele con otra. Sólo le queda una salida: acumular buen karma para ascender por la escalera de la reencarnación y volver a ser humana. Pero el camino para dejar de ser un insecto y convertirse en un ser bípedo es duro y está plagado de contratiempos.

Maus, de Art Spiegelman



Lo que digo yo:


Me gustó. Aunque esperaba más. Más no sé qué… últimamente me pasa mucho, pero me faltó algo. Creo que me distancié de la historia –a diferencia de Persépolis, por ejemplo –por lo personal, casi pornográfico del relato.

Es decir, entiendo que los libros siempre parten de las vivencias del autor. Cualquier libro, pienso, tiene un punto de exhibición… me atrevería a decir que hasta Harry Potter esconde alguna historia personal de la autora. Así que no le critico eso… es más bien la sensación de que lo único que tiene el libro es la intención. Me explico… el autor, para mí, “exhibe” a su padre por el simple hecho de haber pasado la desgracia que pasó. No me parece que le aporte nada, y de ser así, ya podría haberse quedado en una biografía.

Ahora, los dibujos me gustan. Me gusta el traslado de la realidad histórica al cómic. Se lee rápido, te ríes y sufres. Está bien, creo que mi problema es con el marketing.
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