Al volver hoy a la casa, me pasó la cosa más surrealista de mi vida.
Voy por la calle, paro en el semáforo. Llevo música puesta, a todo volumen, voy con cara de cansancio y de ¡quiero llegar a casa yaaa!
Un chico de treinta y tantos se me acerca, viene corriendo desde su coche que dejó incluso con la puerta abierta. He aquí lo que me dice:
CHICO: Perdona, sé que te parecerá una locura, pero iba a aparcar mi coche y te he visto, y no he podido aguantarme, tenía que venir a preguntarte si me aceptas que te invite a tomar un café.
Yo me echo a reír. No me lo puedo creer, jajaja, es que la gente no hace esas cosas por la calle. Como me río y no puedo parar, vuelve a hablar.
CHICO: de verdad, perdona, es que no pude evitarlo.
Dejo de reírme, el pobre se puede pensar que es de él, pero es de la situación.
YO: Pues, muchas gracias pero no te lo puedo aceptar.
CHICO: Hoy no... ¿pero otro día?
YO: Es que estoy casada, no me parece muy correcto y no creo que a mi esposo le haga gracia.
CHICO: Vale, jejej, pues perdona ¿eh? y gracias.
El ligador divertido se va sonriendo, le creo que no es algo que haga todos los días.
Yo también me voy sonriendo... llego y le cuento a Fernando, me parece muy gracioso. Y estos infladores instantáneos de ego son buenísimos tras una semana feroz. Que se quite Beyoncé, a ella en la calle seguro que nadie la para, jijijiji. Oh sí, oh sí, soy irresistible, jajajaja.
Voy por la calle, paro en el semáforo. Llevo música puesta, a todo volumen, voy con cara de cansancio y de ¡quiero llegar a casa yaaa!
Un chico de treinta y tantos se me acerca, viene corriendo desde su coche que dejó incluso con la puerta abierta. He aquí lo que me dice:
CHICO: Perdona, sé que te parecerá una locura, pero iba a aparcar mi coche y te he visto, y no he podido aguantarme, tenía que venir a preguntarte si me aceptas que te invite a tomar un café.
Yo me echo a reír. No me lo puedo creer, jajaja, es que la gente no hace esas cosas por la calle. Como me río y no puedo parar, vuelve a hablar.
CHICO: de verdad, perdona, es que no pude evitarlo.
Dejo de reírme, el pobre se puede pensar que es de él, pero es de la situación.
YO: Pues, muchas gracias pero no te lo puedo aceptar.
CHICO: Hoy no... ¿pero otro día?
YO: Es que estoy casada, no me parece muy correcto y no creo que a mi esposo le haga gracia.
CHICO: Vale, jejej, pues perdona ¿eh? y gracias.
El ligador divertido se va sonriendo, le creo que no es algo que haga todos los días.
Yo también me voy sonriendo... llego y le cuento a Fernando, me parece muy gracioso. Y estos infladores instantáneos de ego son buenísimos tras una semana feroz. Que se quite Beyoncé, a ella en la calle seguro que nadie la para, jijijiji. Oh sí, oh sí, soy irresistible, jajajaja.