En Costa Rica los españoles tienen fama de varias cosas, entre ellas de mal hablados y gritones. Tras vivir unos cuantos años aquí y allá, tengo que decir que no son mucho más mal hablados ni mucho más gritones, sino de una manera diferente. Me explico:
Una persona promedio en Costa Rica usa cierta cantidad de ·tacos· o ·malas palabras·, pero conforme va cumpliendo años como que esa cantidad se reduce y los lugares donde se usan van disminuyendo. Lo de decir malas palabras es marca de grupo (pintas/macarras) o de edad (jóvenes/adultos jóvenes). Luego se puede soltar un madrazo de vez en cuando, pero en situaciones muy concretas.
Aquí usan los tacos como parte del idioma cotidiano y normal. Es decir, muchas expresiones se utilizan como si estuvieran diciendo cualquier cosa. Por ejemplo coñazo. Todo es un coñazo y da igual la procedencia del término. No es un taco, aunque lo parezca... si hasta el señor presidente lo dijo refiriéndose al desfile aquel...
Por otra parte tienen tacos que nosotros no tenemos y que, en muchos casos, son escatológicos... se defecan en todo, por ejemplo. También abundan las expresiones anti religiosas y su combinación. La hostia es muy popular (la hostia, la re hostia, darse una hostia, a toda hostia, mala hostia, ser la hostia, ¡hostia!) y en algunos momentos es sustituida por la leche (la leche, la re leche, a toda leche, mala leche, ser la leche).
Digamos que hay más variedad de malas palabras, usadas con mucha más naturalidad. Por eso nos da la sensación a los de “allá” de que acá son mal hablados. O sea, lo son, pero cuando habitúa el oído a que es parte del lenguaje normal, deja de crearte ese rechazo.
Sobre el volumen de la voz: no, no gritan más. En Costa Rica se grita mucho más, pero la voz es más aguda en general, sobre todo las de las mujeres. Las españolas (generalizo, me perdonarán) tienden a tener una voz más grave así que cuando hablan en volumen alto, retumban las paredes. Es una cuestión de fonemas: Joder (con esa Jjjjjjjota tan castiza que parece que se arrancan un trozo de garganta) dicho en volumen alto, sonará más contundente aquí que allá.
Entonces la combinación es la hostia en verso: palabras contundentes dichas con volumen contundente y pronunciación contundente... misterio resuelto.
PS. Dice uno de mis grandes amigos que miento con algunas diferencias, por ejemplo la de las visitas en casa. Si es así, me perdonarán las licencias poéticas. No tengo ninguna pretensión de ser fiel a la realidad, jiji.