lunes, febrero 26, 2007

Algo como esto.


Es como levantarse y dejar al corazón dormido, remoloneando entre las mantas, y andar por ahí con el café en la mano, sin encontrar una silla para dejar las nalgas. Como si cerrara los ojos y me llevara de un manotazo toda la penumbra que puede engendrar este mundo. Es eso, no puedo decirte nada más, es como vomitar sobre la tumba de quién más quisiste y saber –muy a tu pesar –que después irás sin que nadie te lo pida a limpiar el estropicio. Incluso caerás en la trampa fácil de soltar la lagrimita, solo para que el espectáculo grotesco sea más contundente.

Es, digamos, escuchar a Silvio solo para encontrarlo un poco menos triste esta mañana, porque calla donde debería estar hablando, o habla donde debería estar callando: eso tampoco lo sé. Y ese mismo, que me repite en voz baja que no todo fue naufragar por haber creído… es al que le pido que guarde prudencial silencio, que haga mutis por la izquierda, antes de que pierda la paciencia y le enseñe yo de qué está hecho el cuero que me tapa los venenos.

Es como eso, querida, no más. Como si la traición pesara aunque se sabe que nunca ha llegado, como si cada día se tratara de vaciar el depósito para encontrarlo un poquito lleno unas horas después… como acumular los gritos que jamás darás, alimentarlos hasta que estén tan gordos como cerdos y nunca rematarlos (solo disfrutando de su propio sufrimiento contenido).

Como desmembrarte las entrañas muy lento, alargando el sufrimiento como un chicle recién comprado, si es que eso es posible, y mirar a los perros del vecino (esos estúpidos bichos ruidosos) olisqueando tu hígado o tu riñón como si fueran hienas. Aunque quieras reclamar, es saber que fuiste la que les puso el botín a mano y poco habrá que decir cuando el primero inaugure el festín.

Es eso, no puedo decirte más y quisiera que ya no me lo preguntes, porque en resumen esto es sembrar la desnudez del alma, que es aún menos pudorosa y mucho más pornográfica que la física.

Es eso, no más, es como siempre mi devaneo: esperando la fuga.




Foto: John Foxx

4 comentarios:

  1. Es como levantarse y dejar al corazón dormido, remoloneando entre las mantas, y andar por ahí con el café en la mano, sin encontrar una silla para dejar las nalgas.
    Me encantó esa frase...Genial. Genial...

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  2. Yo leí, me gustó el texto (mucho), pero mejor mutis!

    Abrazos

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  3. Nena, estoy admirada de lo excelente escritora que te has vuelto. Por alguna razón entiendo de donde viene el devaneo :-). You know what I mean???

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  4. LITEROFILO: :-) (carita sonrojada) gracias.

    MARMOL: tu silencio es tan apreciado como si me hubieras dejado un comentario enorme!!!

    ALE: gracias, hermosa, viniendo de vos... :-) El devaneo... qué te diré, qué te diré!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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