Lo habré contado cien mil veces, pero cien mil uno no hace daño: yo quería ser actriz de novelas mexicanas. Quería irme a Televisa a estudiar y dedicarme a decir líneas como "Francisco Esteban, sabes perfectamente que lo nuestro es imposible". Tenía 14 años y mi futuro profesional me parecía aguantable sólo si me dedicaba a ser actriz.
Salí del colegio/instituto con 16 años, así que mis padres me dijeron que no iba sola a ningún lado, incluyendo México, y que buscara otra carrera para compensar mis sueños artísticos. Entré a Comunicación Colectiva pensando en ser publicista pero acabé siendo periodista. Pero en segundo año ya estaba también haciendo la carrera de Teatro y, para resumir, acabé dedicándome a ser actriz, directora y dramaturga tras probar un par de años lo de periodista.
No sé qué haría si me saliera un hijo/a artista. :D Suena a broma, pero es verdad. Por un lado hay vocaciones con las que es mejor ni luchar, por otro hay realidades con las que es mejor ni luchar. Es verdad que los artistas hacemos malabares cuando empezamos y que esta es de las profesiones menos estables que uno pueda encontrar, pero por otra parte... nadie decide ser artista si no es porque le nace. Todos tenemos vocación, pero honestamente creo que esta es de las pocas que no puede fingirse: se es o no se es.
Nunca fui una buena periodista, me parece, diría que estaba en el percentil bajo... básicamente no me interesaba mucho y era muy joven para llevar aquello que me parecía tan árido a mi propio terreno. No sé si estoy en el percentil alto en la escritura o el teatro, pero al menos puedo asegurar que no me pesa ni un día dedicarme a lo que me dedico. Me apasiona hacerlo y es una necesidad vital. Me alegro de que no me dejaran irme a México con 16 años, tanto como me alegro de dedicarme a escribir. Como le dije a S hace unos días: es un privilegio que nuestro trabajo sea inventar historias. Es precioso y estoy muy agradecida de haber vuelto al camino que tan claro tenía desde los 14 años, porque en esencia es lo mismo.
Todo esto lo cuento porque el viernes se estrena: Més enllà de la foscor (Más allá de la oscuridad), una obra compuesta de textos de Cristina Cordero, Núria Vizcarro, Salvador S. Sánchez y yo; dirigido por Joan Arqué. Vamos a estar en el Teatre de la Aurora, Igualada durante este fin de semana y luego hay más funciones de las que iré avisando. Por cierto que en febrero estaremos una semana en la Sala Beckett, Barcelona.
No sé si debería estar más nerviosa, pero es que confío en el equipo y en el trabajo, así que en realidad lo que tengo son muchas ganas de ver el resultado. ¡Vamos que nos vamoooos!
por lo menos era irse a Televisa y no a Venevisión!!!! jaja
ResponderEliminarLo importante es que lo que uno haga sea eso, una necesidad vital. Y a veces toca compensar la parte monetaria con actividades menos vitales, pero mientras no se abandone lo que a una la apasiona, es posible ser feliz.
ResponderEliminarPS: Mucha mierdaaaaa!!! :D
¡Enhorabuena! :) Con cosas como estas se demuestra que el esfuerzo tiene recompensa.
ResponderEliminarYo también quería ser actriz, pero es muy chungo, hay mucha competencia y poca estabilidad (ahora en cualquier trabajo es así, pero en la interpretación es así siempre).
ResponderEliminarMe alegro de que disfrutes en tu trabajo y hayas tenido éxito.
Enhorabuena por el estreno! :)
ola aqui estive dando uma espiada. legal. apareça por la. abraços.
ResponderEliminarEUNICE: jajajaj, bueno, eso sí...
ResponderEliminarMURASAKI: Ahora, no estaría mal que la parte monetaria viniera de la mano, de poder ser. Gracias!!!
CVALDA: Gracias guapi!
DOCTORA: Y en cuanto me gradúe volveré a lo de actriz, me parece... tengo mono.
BRASILEIRO: Olá, bem-vindo! Gracias por visitarme!
"Es precioso y estoy muy agradecida de haber vuelto al camino que tan claro tenía desde los 14 años"...
ResponderEliminarVolver al camino!!!!
Besos de admiración.
El microbio.
MICROBIO: siempre se vuelve, siempre... perro que come huevos: ¡ni quemándole el hocico!
ResponderEliminarDurante mi infancia estuve luchando en contra de mi vocación (fruto del lavado cerebral de mi época: si no ibas a la universidad no eras nadie). Tuve la suerte de que mis padres se partieron el lomo para meterme en un colegio privado que por aquel entonces era de lo mejorcito. Pasó el tiempo y yo cada vez más me sentía perdido hasta el punto de que me quedé estancado en el 3º de BUP. A la tercera vez que empecé a hacerlo tiré la toalla. Estuve sin saber que hacer y para pasar el rato comencé a estudiar fotografía, iluminación y cosas así. Poco a poco me fui metiendo en el mundillo hasta que casi sin darme cuenta tenía una Licenciatura en Arte Dramático. Una vez que acepté cual era mi vocación interior todo salió adelante y ahora vivo (o sobrevivo de esto). El día de mi graduación mi madre me dijo algo que jamás olvidaré:
ResponderEliminar- No si ya desde chiquito yo sabía que ibas a ser actor.
¡Cabrona! habérmelo dicho antes y me hubiera ahorrado una gran cantidad de depres...
Estoy casado con una actriz y tenemos un peque de 2 años y medio que ya apunta maneras y, aunque preferiría que fuese ingeniero aeroespacial, si quisiera seguir nuestros pasos al menos sabría cómo aconsejarle.
BLACKCAT: si es que al final siempre gana la vocación, o al menos dará la pelea con fuerza. Amo lo que hago y sí, creo que al menos sabría echarle una mano a un/a peque ;) (bienvenidísimo!)
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