No es lo mismo estar estresada que nerviosa que ansiosa que cansada.
El estrés me altera el sentido del humor y la cortesía. Intento contrarrestarlo pero a veces es imposible. Es como un SPM de días y días y días: todo el mundo me parece irritante, no me aguanto ni sola.
Los nervios me quitan el hambre y el sueño. Se me olvida comer y cuando me acuerdo no me apetece... y la cama se me hace insoportable. Es como esos cinco minutos antes de que empiece la función cuando hago de actriz, como los primeros días del enamoramiento: divertido cuando se cuenta en pasado, duro cuando es presente.
La ansiedad más bien dicta que necesito comer. Carbohidratos. Chocolates. Más carbos: léase galletas, donuts, magdalenas. Y más chocolate.
Y el cansancio me da un sueño insoportable. Parezco un oso hibernador.
Llevo dos semanas con las cuatro cosas. Creo que pronto me convertiré en alien. O en zombie. O algo similar.
Yo es que lo resumo todo a dos estados: cabreada o deprimida.
ResponderEliminarSea como sea en ninguno de los dos se me quita el hambre ;P
Tendrás que procurar relajarte :)
Einn....aguanta chiquilla!!
ResponderEliminarDOCTORA: bueno, no quieras saber mis variantes dentro de estos estados :D
ResponderEliminarFANMA: eso intentooooo