Lo que digo yo:
Desde el mismo momento en que el autor explica cómo es Oscar Wao, es imposible no quererle. Es de esos personajes que en la vida real, a lo mejor, pasarían inadvertidos o –aún peor –nos daría igual lo que le pasase. Pero cuando alguien pone la lupa sobre un dominicado gordito llamado Oscar, no hay forma de no dejarse llevar por si historia.
A esto le sumamos una maestría narrativa, unos personajes poliédricos, humanos, que se salen de la ficción y casi sientes que te los puedes encontrar por la calle. La genialidad surge sin problemas, la lectura es amena y enriquecedora.
Me gusta el acercamiento que hace a la política de República Dominicana, a la cultura y pensamiento de su gente. Díaz hace un paseo sutil por la historia de Rafael Leónidas Trujillo, sin caer en los tópicos, hablando desde la gente que lo padeció de las formas más diversas posibles.
Creo que es un libro para leer en inglés, en caso de tener la posibilidad, por la riqueza de la mezcla lingüística.
La diferencia entre este libro y “La fiesta del chivo” (entre miles…) es que con este sientes la miseria humana, el sufrimiento, te ríes… lo vives. Con el de Vargas Llosa, que creo que es fantástico también, la relación es más intectual, talvez.
De lo mejor que he leído este año, recomendable absolutamente.
Esto opinó la Celes/Zeles
Lo que dice la contraportada:
La vida nunca ha sido fácil para Oscar Wao, un dominicano dulce, obeso y algo desastroso que vive con su madre y su hermana en un gueto de Nueva Jersey. Oscar sueña con convertirse en un J.R.R. Tolkien dominicano y, por encima de todo, con encontrar el amor de su vida. Pero puede que nunca alcance sus metas debido a una extraña maldición presente en su familia desde hace generaciones; enviando a los Wao a prisión, predisponiéndolos a accidentes trágicos y, ante todo, al desamor.
Después del éxito internacional de Los Boys (Mondadori, 1996), Junot Díaz recrea, con humor, la experiencia de los dominicanos en Estados Unidos y la capacidad de perseverar en medio del desengaño amoroso y la pérdida. El autor ha sido galardonado con el Premio Pullitzer 2008.
Me encanta que te gustase!!!
ResponderEliminarbiennn!
beso