Las
fresas con naranja, las cerezas, las uvas sin pepitas; los helados de
dulce de leche.
Y
los viejos tiempos.
Los
abrazos de mi madre.
I
feel good
a todo volumen.
Los
ataques de risa injustificados.
Me
gustan las mariposas azules.
Las
pestañas largas que recuerdo, una voz ronca, unas manos grandes y
esas pecas.
Me
gustan las palabras, sobre todo las traviesas: “concupiscencia”,
“bochinche”,
“ploramiques”.
Me gusta
el cerebro insondable de mi padre cuando discurre sobre teología o
literatura.
Los
gatos pequeños cuando se estiran.
Los
niños menores de siete años
Los
perros que saben que son perros, y no personas.
El
descaro, el atrevimiento.
La
soledad escogida.
El
número siete.
Llegar a
casa después de un viaje.
El
cansancio post ejercicio, cualquier clase de ejercicio.
Me gusta
Bruselas casi tanto como Oslo.
Me gusta
suspirar, bostezar…
estornudar.
Lo
dulce, me gusta.
Los
jinetes del Apocalipsis, las profecías de Nostradamus, las teorías
de la conspiración.
Abrazarme
a su espalda; acurrucarme en su pecho.
Y las
cosquillas de mariposa y los besos de esquimal.
Comer,
tal vez me gusta demasiado. Comer sin hambre. Comer con las manos. Y
chuparme los dedos. Y lavarme las manos.
Los
personajes de novela que salen de las páginas para tomarse un café.
Me
gusta llorar en las obras de teatro.
Me
gusta escribir.
Y
El
cumpleaños
de Chagall, y El
vampiro
de Munch. Los fiordos.
Coser.
Me gusta coser muñecos de fieltro.
Los
pendientes de colores.
Ver
dormir a la gente.
Me
gusta abrir regalos.
El
cordero al horno una vez al año. Cocinar cinco platos aunque tenga
que congelar tres.
El
olor del desinfectante. El olor a pintura.
La
albahaca, el romero, la hierba buena y el perejil.
El
cheesecake new
york style.
Me
gusta sacar fotos.
Me
gustaba tener razón.
Ahora me gusta no tenerla.
Ahora me gusta no tenerla.
Me
gustan Kahlo, Pizarnik y Kane... ha de ser que me gusta la "K".
El
mar en invierno.
Los
lápices de colores.
Hacer
payasadas como niña pequeña.
Mi
cama con sábanas recién lavadas.
Gala
de Dalí.
Oír
cantar al Vikingo. Cantar en la ducha. Que me mimen.
Los
monitos tití.
Me
gusta dormir.
Me
gusta revisar precios de pisos nuevos como si tuviera una cuenta con
millones en el banco.
Comprar
los libros de tres en tres.O de cuatro en cuatro.
Mafalda
y Susanita y Libertad y Manolito. También Felipe y Guille.
Las
conversaciones de madrugada con amigos.
El
Parc Güell en otoño.
Las
canciones tristes de Silvio Rodríguez.
Las canciones nostálgicas de Guadalupe Urbina.
Pensar, inventar, crear, imaginar.
Las canciones nostálgicas de Guadalupe Urbina.
Pensar, inventar, crear, imaginar.
Hacer
compras de supermercado.
La
gente inteligente. Me gusta aprender.
Que
me cuenten cuentos antes de dormir.
Imitar
el acento de los dobladores españoles.
Las
gambas y el cangrejo aunque no puedo comerlo.
Los
cronopios. Las famas... no, no las famas.
Las
historias de fantasmas cuando se va la luz.
Recibir
cartas por correo.
El
olor de los lirios.
Las
sonrisas.
El
té.
¿Fresas con naranja?, qué combinación más rara, aunque si dices que te mola el té ya no me extrañan tus gustos.
ResponderEliminarA mí más que los monos tití me gustan los lémures.
DOCTORA: ¿no las has probado? Aquí las sirven de postre de vez en cuando, fresas con zumo de naranja... y los lémures molan mucho!!!
ResponderEliminarA mii me gusta leerte y me gustariia un diia saber lo q me gusta
ResponderEliminarCATA: jiji... vos y tus preguntas, miamor... es como la de ¿qué hay qué sentir?
ResponderEliminarLos placeres sencillos que hacen la vida más llevadera...¡me gusta! :-)
ResponderEliminarCVALDA: eso mismo ;-)
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