Vi en estos días “The pursuit of happyness” (En busca de la felicidad). Además de que me gustó mucho, es hermooosaaa y me sorprendió la actuación genial de Will Smith, me sentí muy movida por algunas cuestiones que plantea.
El personaje principal, Chris Gardner, decide creer en sus posibilidades y apostar muy alto por lo que quiere, aunque esto le significa todas las incomodidades materiales inimaginables. El que lo ve, padece con él cada una de sus hazañas y sus fracasos y sabe lo que cada dólar significa en su bolsillo, pero además la motivación que tiene: su hijo. Digamos que por ese lado es una apuesta a la esperanza, pero por otro, dice cosas que a veces me canso de escuchar: el costo enorme de conseguir lo que uno quiere.
Frases como “no se puede tener todo” o la muy costarricense “el que quiere celeste, que le cueste”, me parecen formas idóneas de hundir las esperanzas antes de que aprendan a flotar. Entiendo que detrás de ese razonamiento está la visión de que hay que esforzarse… perfecto, no defiendo que te caigan del cielo las cosas, hay que buscarlas, trabajarlas y lograrlas, pero también da la impresión de que el requisito para ser feliz es sufrir antes.
Chris Gardner dice en algún momento que pareciera que la felicidad es algo que solo puede ser “buscado” o “perseguido”. Yo quisiera pensar que hay otras vías, que eso de “ser” feliz no tiene que ser la recompensa a llevar palo primero.
Talvez el problema no está en querer cosas "imposibles", si no en que la sociedad no te deja ni siquiera soñar con esas cosas. Te dicen qué se puede y que no se puede lograr. Es más fácil encontrar un amigo que te felicite por tu trabajo de mier... que uno que te apoye en tus quijotadas. Si algo tengo presente es que lo socialmente agradable es que soy periodista, no que soy directora de teatro o que escribo. Solo la fama acreditaría esas otras cosas que hago, mientras no produzcan dinero, no pasan de ser "hobbies" a los ojos de la mayoría. Resulta que ser artista, en cualquiera de sus expresiones, es un poco como la maldición. Pero, para mí, lo es porque vivimos en un sistema que apuesta por el consumo, no por la satisfacción.
A veces quisiera yo misma tener el valor, mandar todo al reverendo carajo y dar el salto de fe.
Lo acepto: asusta.
El personaje principal, Chris Gardner, decide creer en sus posibilidades y apostar muy alto por lo que quiere, aunque esto le significa todas las incomodidades materiales inimaginables. El que lo ve, padece con él cada una de sus hazañas y sus fracasos y sabe lo que cada dólar significa en su bolsillo, pero además la motivación que tiene: su hijo. Digamos que por ese lado es una apuesta a la esperanza, pero por otro, dice cosas que a veces me canso de escuchar: el costo enorme de conseguir lo que uno quiere.
Frases como “no se puede tener todo” o la muy costarricense “el que quiere celeste, que le cueste”, me parecen formas idóneas de hundir las esperanzas antes de que aprendan a flotar. Entiendo que detrás de ese razonamiento está la visión de que hay que esforzarse… perfecto, no defiendo que te caigan del cielo las cosas, hay que buscarlas, trabajarlas y lograrlas, pero también da la impresión de que el requisito para ser feliz es sufrir antes.
Chris Gardner dice en algún momento que pareciera que la felicidad es algo que solo puede ser “buscado” o “perseguido”. Yo quisiera pensar que hay otras vías, que eso de “ser” feliz no tiene que ser la recompensa a llevar palo primero.
Talvez el problema no está en querer cosas "imposibles", si no en que la sociedad no te deja ni siquiera soñar con esas cosas. Te dicen qué se puede y que no se puede lograr. Es más fácil encontrar un amigo que te felicite por tu trabajo de mier... que uno que te apoye en tus quijotadas. Si algo tengo presente es que lo socialmente agradable es que soy periodista, no que soy directora de teatro o que escribo. Solo la fama acreditaría esas otras cosas que hago, mientras no produzcan dinero, no pasan de ser "hobbies" a los ojos de la mayoría. Resulta que ser artista, en cualquiera de sus expresiones, es un poco como la maldición. Pero, para mí, lo es porque vivimos en un sistema que apuesta por el consumo, no por la satisfacción.
A veces quisiera yo misma tener el valor, mandar todo al reverendo carajo y dar el salto de fe.
Lo acepto: asusta.
Y quién te dice que dando ese gran salto descubras que, más allá de tus límites actuales, hay cosas que valen la pena. Abrazos.
ResponderEliminarNo la he visto. Pero aquí (aquí en Costa Rica, no en España...buuu!) la recomendaba "Enfoque a la Familia" ja, ja! No me dio buena espina una recomendación de alguien que sataniza a Bob Esponja por ser "homosexual"... Pero tu recomendación sí que la tomaré en cuenta.
ResponderEliminarChaín!
La felicidad es un estado mental, no algo que se "consigue" como enlatados en el supermercado...al menos eso es lo que creo.
ResponderEliminarNadie me la puede quitar (ni dar), soy yo la que decide serlo. (Obvio, las circunstancias ayudan, pero hay gente que vive una vida de mierda y aún así es feliz)
El miedo es enemigo de la felicidad, lo que pasa es que quitárselo y dar el gran salto no es nada sencillo...yo quisiera poder darlo, pero no me decido tampoco...sí sé que cuando me decida, la libertad absoluta será la recompensa a cualquier "inconveniente"/"sufrimiento"
Me consuela pensar que hace muchos siglos, los artistas eran reverenciados, tenían un importante rol en la sociedad (bueno, los de teatro no tanto, aunque sí tuvieron mejores épocas)...digamos que el que ahora se nos considere unos viles improductivos es parte de la ley de compensación..llegará el día en que gobernaremos el mundo wajajajaja :-P
Ah chica, cómo explicarte que has dado varios saltos de fe y que no los estás apreciando. Yo los veo claritos, tenés un libro premiado, haciendo eso, lo que más te gusta. Es ya un salto de fe escribirlo, enviarlo a concursar, etc; te fuiste a España a especializarte en lo que más te gusta. Y eso para nombrar solo dos.
ResponderEliminarLa felicidad, creo, es el proceso para conseguirla.
ResponderEliminarTambién se manifiesta en pqueñas explosiones muy muy cortas de contemplación. Como cuando estas en una reunión de amigos, charlando y de repenete te astraes, y te das cuenta de que ese grupo es genail y que ese momento también. Solo un segundo.
Creo que el salto para ser feliz tu ya lo has dado has dejado a tu pais. y has mandado todo al carajo, eres valiente, y cuando sientas que antes de ser feliz has recibido palos, mira a tu lado hay alguien que quiere casarse contigo y QUIERE HACERTE FELIZ. que mejor que eso.
ResponderEliminarDUSAN_23
No dudo que el chamaco sobrepase al tata...
ResponderEliminarA mi también me gustó mucho la peli. Y yo me quedé pensando en lo mismo que vos... ¿Será que solo el que ha recibido "garrote" merece ser feliz?
ResponderEliminarUna amiga decía: "Yo creo que todo lo incorrecto que uno haga se paga en esta vida, pero la verdad yo ya estoy cansada, creo que estoy pagando por adelantado"
¡Saludos!
Yo también vi la película y me gustó mucho. Las actuaciones me parecieron muy creíbles.
ResponderEliminarCon respecto al tema de fondo, definitivamente hay una especie de fuerza de gravedad social, que cuando llegas o aspiras llegar alto, inmediatamente te jala al suelo, donde está el resto.
La felicidad no es el dinero, ni tener una gran empresa, ni siquiera haber superado un gran obstáculo.
La alegría de vivir depende de cuan positivos y realistas seamos en este tiempo. Se puede ser feliz con poco, se puede ser infeliz con mucho.
FGIUCICH: mjm... seguro que sí, pero da sustillo.
ResponderEliminarMIGNONNE: enfoque a la familia??? jajaja, yo que vos tampoco la hubiera visto. Es bonita y por primera vez vi a Will Smith actuando, no siendo Will Smith.
MURASAKI: como la canción de Aerosmith, "life's a journey, not a destination". Los artistas conquistaremos el mundo como Pinky y Cerebro.
ALE: es la miopía :-) y la falta de recursos materiales como resultado de esos saltos de fe.
FANMA: las pequeñas explosiones me fascinan. A veces son idioteces como un ataque de risa o un buen abrazo, pero tienes toda la razón del mundo.
MARIELA: :-) gracias, qué bonito. En mi vida personal estoy feliz, es la profesional la que renquea un poco.
LITERÓFILO: en buen tico: Dios te haga profeta y no jetón. Jiji. Tengo pendiente buscarte el libro, perdóoooon, es que no he tenido mucho tiempo!
MATRIUZKA: es que esa es la concepción del mundo. A mí me ha pasado mil veces que gente me dice que "no sé" algo porque supuestamente hay cosas que no me han costado. Pareciera que solo el que sufre es digno.
DANILO: también hay envidias horrorosas, pero ese es otro tema. Soy positiva, soy positiva, soy positiva... me lo repetiré veinte veces a ver si acaso!!!
BESOS Y ABRAZOS