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He desarrollado (gracias a mi reciente visita a mi amiga Krons en La Coruña) una afición por la serie House. Lo confieso, me encanta y me fascina y me requetegusta la serie. Ese médico cabrón y que se equivoca veinte veces antes de acertar -pero que extrañamente da la impresión de ser infalible y punto- llamado Gregory House me ha dejado dos cosas: unos leves vestigios de hipocondria y el desvelo los martes porque en la Cuatro dan tres capítulos seguidos... ¡¡¡¡TRES!!!! El más nuevo y dos del temporada uno... ¡me gusta tanto que ni me molesta el doblaje, es más, lo disfruto!
La parte graciosa es que hablan de enfermedades súper complicadas, que uno termina por medio entender o simplemente tragarse la explicación (yo no he verificado la veracidad de lo que dicen en ningún manual, ni el Merck Familiar, así que podrían decirme que es porfiria, cáncer de ovarios o intoxicación no-sé-qué y ni me entero), pero estoy convencida de que será una fuente más para el que siempre se cree enfermo.
Por ejemplo, no soy hipocondríaca aunque también sé que lo que me pasa puede ser de cuidado, pero desde hace unos días me anda fastidiando el dedo meñique de la mano izquierda, lo tengo dormido y sin fuerza entre otros síntomas: pues yo ya he pensado en que podría ser neurológico y que necesitaría al Dr. Hamilton.
Yo, que nunca veo tele, me voy convirtiendo poco a poco en una yonqui de esta serie.
He desarrollado (gracias a mi reciente visita a mi amiga Krons en La Coruña) una afición por la serie House. Lo confieso, me encanta y me fascina y me requetegusta la serie. Ese médico cabrón y que se equivoca veinte veces antes de acertar -pero que extrañamente da la impresión de ser infalible y punto- llamado Gregory House me ha dejado dos cosas: unos leves vestigios de hipocondria y el desvelo los martes porque en la Cuatro dan tres capítulos seguidos... ¡¡¡¡TRES!!!! El más nuevo y dos del temporada uno... ¡me gusta tanto que ni me molesta el doblaje, es más, lo disfruto!
La parte graciosa es que hablan de enfermedades súper complicadas, que uno termina por medio entender o simplemente tragarse la explicación (yo no he verificado la veracidad de lo que dicen en ningún manual, ni el Merck Familiar, así que podrían decirme que es porfiria, cáncer de ovarios o intoxicación no-sé-qué y ni me entero), pero estoy convencida de que será una fuente más para el que siempre se cree enfermo.
Por ejemplo, no soy hipocondríaca aunque también sé que lo que me pasa puede ser de cuidado, pero desde hace unos días me anda fastidiando el dedo meñique de la mano izquierda, lo tengo dormido y sin fuerza entre otros síntomas: pues yo ya he pensado en que podría ser neurológico y que necesitaría al Dr. Hamilton.
Yo, que nunca veo tele, me voy convirtiendo poco a poco en una yonqui de esta serie.
¡¡¡¡Aghhh!!!!
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El neurólogo se llama Foreman. Hamilton era el doctorcillo ese de los Angeles que aparecía en capítulo del músico paralítico (sueno como un friki por acordarme de estás cosas, pero diré en mi defensa que el capítulo en cuestión lo pusieron ayer). Por lo del sintoma del dedo, no te preocupes, el primer requisito para ser paciente de House es que te den convulsiones. :-)
ResponderEliminarImagino a los medicos que se partiran de risa al ver series como esta. Por las más que probables tonterias que deben de decir.
ResponderEliminarFanma
Es genial, genial! Amargado, chichoso, hace lo que le da la gana, pero innegablemente buen doctor el maldito, nadie puede cuestionar que no le preocupen sus pacientes. Va en la categoría del Dr. Misterio y Monk.
ResponderEliminarMe imagino que no viste el episodio de la mujer con mal de Munchhausen, o ya no querrías diagnosticarte de hipocondria por miedo a terminar parecido :P
No te gusta ver televisión? Ja! Yo no vivo sin ese aparatejo, pero creo que escojo bien lo que veo: history channel, animal planet, discovery channel, comedy central, entre varios programas noticios, news junkie. Con decirte que cuando tuve mi primer apartamento en U.S. decidí comprarme un TV, vital para mi sobrevivencia. Y con la cantidad de películas que veo...
ResponderEliminarMACARRÓN: lapsus... pobre Foreman, es que después de la lobotomía nunca volvió a ser el mismo ;-) Lo del dedo pues... tengo un buen masajista que me cuida mucho, eso sí.
ResponderEliminarFANMA: seguro, como se deben reír los investigadores de las supuestas técnicas de programas como CSI... igual ven el programa para entretenerse!
SARDINA: jajajaja, sabía que era una de esas series que te encantan. No he visto ese episodio, es que aquí apenas van empezando la segunda temporada y no he visto completa ni la 1era.
ALE: me gustan mucho las series gringas, en general, pero dobladas me da algo (friends y sex and the city, imaginátelo) pero aquí veo muy muy muy poco. Veo House y los domingos, lo confieso, veo las galas de Operación Triunfo; nada más. Bueno, si las pelis cuentan...