En la fauna de los amigos hay especies y subespecies. Cada uno de nosotros hemos pertenecido -muy probablemente- a alguno de los siguientes grupos. Pero como ningún mono se ve su propia cola, he aquí la lista de cinco tipos de amigos que pueden resultar -digamos- nocivos:
1. Amigos interesados. Te llaman cuando te necesitan. Pero una necesidad concreta, quiero decir. Tengo una amiga que se había pasado sin enviarme un mail, darme un like en FB o enviarme un emoticono por whatsapp desde el principio de los tiempos. Un día me escribe un mail. Le respondo. Al siguiente mail me pregunta si se puede quedar en mi casa dos semanas.
2. Amigos quejones/amigos con más cuentos que contar sobre sí mismos que Sherezade. Ambos tipos me resultan igual de molestos... el que llena su conversación de "ay de mí" como el que dice "yo" cada tres segundos. Tenía una amiga que sólo quedaba conmigo para hablarme de lo desgraciada que era su vida... dejé de frecuentarla cuando me di cuenta de que me drenaba la energía. Y tuve alguna vez un amigo que o tenía la vida más excitante del planeta o la lengua más larga del mundo, parecía el publicista de su vida.
3. Amigos con excusas. Siempre hay motivos por los que no pueden quedar. Incluso son especialistas en convertir sus excusas en TUS excusas. Por ejemplo un día dices que no comes... yo qué sé... fresas. Entonces este amigo te manda mensajes del tipo: "estuve por llamarte el sábado, pero fuimos a comer fresas y como no te gustan". O pongamos un ejemplo más real: "es que como siempre estás ocupada". ¿Y cómo sabes que lo estoy tanto, alma de cántaro, si no me propones nunca de quedar?
4. Amigos que no se alegran por ti. Hace años tuve algún espécimen de estos, pero ya no. Pero los veo rondar a otros amigos. Incluso es una especie que sabe disfrazarse. Dicen: "me alegro por ti, ya quisiera yo que a mí me fuera tan fácil conseguir X". Toma pedazo de golpe disfrazado de felicitación. He oído algunas peores como "conseguiste X antes que yo... ¡no es justo!". Señores, señoras, para mí los amigos se miden justamente en la felicidad. "Repararle" la vida a alguien está bien, pero hay gente que sólo se siente bien si está por encima y mejor que lo demás y los éxitos ajenos como que le dan alergia.
5. Amigos pasotas. Hay que tener cuidado con esta categoría porque es en la que probablemente tendemos a caer todos con más frecuencia. Es el típico amigo que se acostumbra a que le prestes atención. Cuando pides que ponga un poco de su parte y deje de pasar de tu cara te dice "sí, es verdad, lo siento" y vuelve a pasar de tu cara. Es gente casi siempre muy bien intencionada, pero que hace rato te sacó de sus prioridades, al menos en términos prácticos. Es el que piensa (me incluyo, mea culpa) "debería llamar/quedar/escribir a Xxxxx" y pasan los meses... y no llama.
Y yo ya tengo unos años, así que de estos amigos... ¡huyo como de la peste!