Con catorce años hacías competencias de quién come más pizza y quedabas en segundo lugar con doce trozos de pizza de una sentada. Medías 1,72 y pesabas 56 kilos.
Y pasan los años.
Luego resulta que tienes dieciocho o veinte años y mides 1,75 y aún comes de vez en cuando como adolescente. Ahora... viene el pero... el metabolismo no se ha rendido (aún, pero falta poco...) pero ya no tira como antes, jamás podrías comerte aquellos 12 trozos míticos de tu tierna juventud y de hecho con seis ya estás que no puedes más. Empiezas, sin darte cuenta, a subir gramos y gramos y las caderas se ensanchan y hasta te gusta la curva que hacen, y puede que con suerte subas de talla de sujetador y eso siempre gusta. Así que unos gramos no te asustan, no pasa nada, porque tú siempre has sido flaca y tu metabolismo siempre ha ido como bólido.
Y así pasan los años.
Entonces llegan -casi siempre es el caso- los 25. Te has inflado, no hay manera de disimularlo o hacer ver que no es así. Te compras ropa más holgada y favorecedora para lo que ahora llamas "curvas". Puede que sea el momento del primer intento de "dieta en serio y gimnasio". Pero como aún te sientes todo terreno y súper poderosa, la cosa es casi lúdica. Y en el fondo sabes que con dos semanas bajas un par de kilos o tres, o sea que la cosa sigue controlada.
Y así pasan los años.
Y llegan los 30. Y los 30 y... y señores y señoras... el metabolismo dice: mira guapita, o te pones las pilas o nos ponemos como focas. Y sí, decides ponerte las pilas. Entonces el metabolismo, bendito sea, decide que él se acostumbra a lo que le echen. Y lo que antes eran dos semanas de dieta y ejercicio ahora TIENE que ser un nuevo estilo de vida.
Y así pasarán los años. Supongo.
Ainsss...¡triste realidad! :S
ResponderEliminarYo pasé los 30 y no sufro de ese mal... ¡todavía! Ojalá nunca lo sufro. Tengo parientes que llegaron a los 40 y subieron un poco de peso, pero básicamente siguen parecidos a cuando eran más jóvenes.
ResponderEliminarPues nada, comer sano siempre es bueno, para los que ganan peso y para los que no también. Hacer deporte también es positivo... Yo siempre he querido salir a trotar por las mañanas, pero me da miedo sola, y plata para un gimnasio de momento no tengo.
Dale, ánimo, visita un buen nutriólogo y verás q comiendo rico y saludable hacen milagros! :)
Lo importante es no darse por vencidos! Ni con 30, ni con 40 ni con 100 años, y luchar por conseguir lo que queremos. Cuando se acaban las excusas es cuando realmente podemos cambiar algo.
ResponderEliminarSaluditos! :)
Y bueno, un nuevo estilo de vida no es tan malo si se interioriza... Al final, 12 trozos de pizza, nunca fueron sanos, sólo que ahora, nos importa más nuestra salud que cuando teníamos 16 y eramos esos inconscientes adolescentes que hacían concursos para ver quién comía más :-)
ResponderEliminarHay Denise!! Me dejaste pensando, que ya me faltan 3 años para los 30!!
ResponderEliminarQue miedito.
Te mando un abrazote mexicano.
Hay Denise!! Me dejaste pensando, que ya me faltan 3 años para los 30!!
ResponderEliminarQue miedito.
Te mando un abrazote mexicano.
Pronto cumplo los 44. Estoy encantada de la vida. Me he hecho amiga de mis arrugas y de mi cuerpo imperfecto. Soy feliz a rabiar.
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