¡NO!
Con los años entender un “no” se
vuelve más sencillo, materia pendiente decirlo con más facilidad.
Hace unos años recibir una negativa ante una petición, personal o
profesional, me representaba todo un drama. Estos días me he dado
cuenta de que los recibo con más calma... lo que me preocupa es que
a veces incluso siento que recibo con más calma los sí. Ya no
salto, aunque esté muy contenta. La vida es una aplacadora de
extremos emocionales, para lo bueno y para lo malo.
A esto se le llama estar de vuelta de todo ;P
ResponderEliminarYo estoy muy acostumbrada a que me digan que No, pero no lo estoy tanto a decirlo. Pero es que la asertividad es mi gran problema y me está costando, pero poco a poco digo menos sí para acabar esforzarme a decir que no.
ResponderEliminarY ojalá si dijera que no se lo tomaran igual de bien que tú xD
Es muy zen eso de no exaltarse cuando se recibe un no...o un sí. Porque lo malo de entregarse a euforia por el "sí", es que después las nubes rosas se disipan y "los pequeños detalles" no tan agaradables se hacen más molestos. Al menos esa es mi teoría.
ResponderEliminarPero a veces me pregunto si no será que en vez de "madura"/"zen" me he vuelto indiferente y pesimista :P
A mí me sigue costando, aunque soy de las que le suelta el rollo a la gente de que hay que aprender a decir que no y blablabla. El sábado, sin ir más lejos, dije un sí por pena y al final me la acabaron metiendo doblada. Por mema.
ResponderEliminara mi me costó más aprender a decirlo que a recibirlo
ResponderEliminarDOCTORA... ¿tú crees? Anda, empiezo a sentirme algo orgullosa ;)
ResponderEliminarCARA: yo este año he aprendido a decirlo un poco... en realidad es difícil pero cuando lo consigues es como el orgullo de la vida.
MURASAKI: yo no me siento pesimista, sólo soy cautelosa, puede que sea mejor.
CRIS: es que cuesta, sobre todo cuando dices no y la gente insiste... hagamos un club :D
FANMA: ¿Y cómo conseguiste aprender a decirlo? ¿O te salió natural?